Agoniza presa Yosocuta por contaminación
Abastece a 200 mil habitantes de Huajuapan; se necesitan 400 mdp para cambiar sistema de tuberías
“¿Desde cuándo estoy aquí?, es que ya casi no oigo”, dice Esperanza Cruz Cisneros, como disculpándose. “Desde el 70”, responde sin esperar a que se repita la pregunta y ríe con una alegría inusitada.
A las orillas de la presa Yosocuta el calor es intenso y su local levantado con láminas y horcones de madera, donde vende cervezas y refrescos, y renta botes para pescar a sólo 10 pesos, es idóneo para resguardarse en la sombra.
Esperanza está sentada en una silla de plástico roja y a su lado, su esposo en una silla blanca. “Tengo 93 años, ¿cuántos años tengo?”, se dirige a su esposo, para no errar; “89 años”, le dice.
El resto de los locales lucen vacíos, mientras que el único restaurante que pertenece a la Cooperativa de Pescadores apenas tiene unos cuatro clientes. Algunos turistas empiezan a llegar, son nacionales y se cuentan con los dedos de las manos.
“A veces llega turismo, a veces no llega nadie”, asegura María del Carmen Sánchez, quien trabaja en el local.
El declive del atractivo de la presa Yosocuta es evidente y el flujo de visitantes se ha reducido, desde hace seis años se perdió la continuidad en los torneos de pesca, la principal actividad que atraía a decenas de personas y competidores dos veces al año. La pesca, como actividad económica, también se ha reducido, sobre todo por la contaminación.
La presa ubicada en la localidad San Francisco Yosocuta, en la Mixteca, fue concluida en un proyecto impulsado por el ex presidente de México, Lázaro Cárdenas, en 1970, con la intención de contener el afluente del río “Mixteco” y con ello regar 3 mil hectáreas de sembradíos, con una vida útil de 25 años.
Actualmente, su importancia se debe al riego de cultivos y al turismo, pero principalmente a que abastece a la población más grande de la Mixteca: Huajuapan de León, donde 70% del agua potable, que se distribuye a los 200 mil habitantes de este municipio, proviene de aquí; por medio de bombas se extraen alrededor de 12 millones de metros cúbicos anuales.
Lo paradójico es que parte de esa agua que se distribuye a la población de Huajuapan regresa a la presa, pero como aguas residuales y pluviales que arrastran basura y lodo, azolvándola.
En riesgo de colapso
El mal olor, producto de esta contaminación, se recrudece cuando nos acercamos en bote a las bombas de extracción y la planta de tratamiento de aguas residuales, administradas por el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Huajuapan (Sapahua), a dónde nos acompaña el presidente de la Cooperativa de San Francisco Yosocuta, Jesús Cruz Sánchez.
Explica que desde que se construyó, el vaso de la presa no ha recibido ningún tipo de mantenimiento y las autoridades les han informado que ya se registran algunas fisuras en las paredes. De continuar la contaminación, advierte, se convertirá en un depósito de basura.
“Nosotros nos hemos organizado, a veces participan las autoridades municipales y realizamos acciones para el desazolve, pero no alcanza para limpiarla toda”, agrega.
La contaminación por aguas residuales no sólo es consecuencia del mal funcionamiento de la planta de tratamiento, sino también de un sistema de drenaje colapsado, que tiene más antigüedad que la misma presa: tuberías que datan de 1945.
Un informe de Sapahua revela que se requiere una inversión de al menos 400 millones de pesos para poder realizar cambio de tuberías, construir colectores y subcolectores, entre otras obras necesarias para detener la contaminación de la presa Yosocuta.
“Es un proyecto no sólo importante para nosotros, sino para toda la Mixteca Baja, porque sí nos ha ayudado muchísimo. Todos aquí vivimos de la presa”, reitera el presidente de la cooperativa.
Jesús Cruz recuerda que fue el ex presidente Lázaro Cárdenas quien les convenció de abandonar el pueblo —en el que además de sus hogares, tenía una escuela, una clínica y una hacienda—, que fue inundado para aprovechar el agua del río “Mixteco”. “El general construyó las viviendas para que se saliera la gente”, relata.
El dirigente de la Cooperativa de Pescadores clama por el rescate de la presa y acabar con su contaminación, pero también de apoyo para devolverle su atractivo turístico, pues de ello dependen, asegura, más de 210 familias y 149 pescadores activos.
“Se hacía un torneo de pesca, el cual fue cancelado por falta de recursos, se realizaba en julio y octubre, y desde hace años que no se realiza, era un evento importante porque se daba conocer la presa. También, por los recursos económicos que generaba, ahora sí que el producto ahí está: la mojarra, la lobina, la carpa Israel y la carpa dorada”, describe.
Cruz Sánchez también apela a la conciencia de los habitantes de Huajuapan de León, por la importancia de la presa, para el suministro de agua potable para su propio consumo y que, “por falta de conciencia ambiental, la están destruyendo”.
“En Huajuapan siete de cada 10 se benefician del agua, pero siempre de regreso viene mucha tierra, basura en tiempos de lluvia, porque no llegan a tener precaución allá arriba [en Huajuapan]”, lamenta.
