En Oaxaca, con "patrullaje” virtual previenen comisión de delitos en vías informáticas
Policía Cibernética indaga actualmente 90 casos en Oaxaca; el fraude en redes sociales concentra mayoría de reportes
Desde hace cinco meses, Liliana Ruiz, policía cibernética e ingeniera en sistemas computacionales, realiza “patrullajes” en la red para detectar los delitos cometidos en contra y a través de medios informáticos y electrónicos en el estado.
Ella es parte de los nueve elementos que conforman la Policía Cibernética, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), que fue creada en abril de este año con una inversión federal de 880 mil 832 pesos, y que hasta ahora ha identificado 90 casos gracias a un “patrullaje” cibernético continuo.
“Se hace un monitoreo de fuentes abiertas, grupos de venta, redes sociales; al día se detectan cuatro, cinco casos”, explica Liliana sobre su labor diaria.
En Oaxaca este equipo se encuentra en su segunda fase, que consiste en prevención y atención de delitos como fraude, extorsión, ciberbullying, virus, spam, amenazas, sexting, pornografía infantil y trata de personas. Para hacerlo se valen, además de vigilar a diario la red, de recibir denuncias por redes sociales, teléfono y a través de los dos módulos de atención ubicados al norte de la ciudad.
Entre los delitos que todos los días persiguen Liliana y sus compañeros se encuentra, por ejemplo, la supuesta venta de automóviles que un usuario falso ofrece a través de Facebook y luego de engancharlos, defrauda a los compradores.
El equipo de la unidad detectó que esta publicación responde al delito de fraude a través del internet, pues el responsable obtenía hasta 10 mil pesos de cada una de sus víctimas.
“Se les solicita un anticipo de 9 mil o 10 mil pesos como pago para el apartado del vehículo, y una vez depositado el efectivo, el usuario pierde contacto con el vendedor”, detalla Mauricio Suru, responsable de la Policía Cibernética.
Aunque en el caso del vendedor fantasma de automóviles, la publicación fue dada de baja, el fraude continúa bajo otras modalidades, principalmente a través de Facebook, por lo que se considera como el delito cibernético más cometido en Oaxaca, explica el funcionario.
Otra publicación fraudulenta, por ejemplo, la realizan varios perfiles en grupos de Facebook, los defraudadores ofrecen ganar grandes cantidades de dinero con la venta de billetes clonados. Una vez que el comprador deposita la cantidad solicitada, es bloqueado y pierde su capital.
Suru, quien también es policía, dice que entre los delitos más cometidos también destacan el fraude a comercio cibernético y la extorsión, pues sólo en cinco meses en operación, la Policía Cibernética ha atendido 70 denuncias e identificado más de 90 publicaciones con fines de fraude.
Los casos se concentran en la capital del estado, le sigue Tuxtepec —en la región de la Cuenca del Papaloapan— y el Istmo de Tehuantepec. Las principales víctimas son usuarios de entre 19 y 30 años de edad.
“La principal red es Facebook, donde los delincuentes se refugian”, reitera Suru, pero agrega que su labor no sólo se limita a identificar la conducta delictiva, sino también a reportar el sitio web y pedir su baja; pese a ello, hasta ahora no han dado con la identidad de los responsables.
Mauricio Suru, el titular de Policía Cibernética de Oaxaca, explica que esto se debe a la falta de denuncias formales de las víctimas ante el Ministerio Público (MP), lo que les impide continuar con sus investigaciones hasta establecer la identidad detrás de la pantalla.
“Nosotros, como tal, no podemos hacer una investigación únicamente con una denuncia, se necesita un mandamiento judicial o ministerial para poder investigar. Desafortunadamente, la ciudadanía no tiene la cultura de la denuncia, son víctimas de fraude, depositan, pierden su dinero y ya no hacen más”, señala.
Colaboran con la Policía Federal
Los únicos casos en los que los agentes cibernéticos colaboran en investigación son en los que la Policía Federal solicita su intervención. Actualmente, en conjunto con esa corporación, indagan tres denuncias de pornografía infantil y una de trata de personas. En uno de los casos, las víctimas, una de ellas de Colombia, recibían mensajes desde Oaxaca, por lo que la Policía Cibernética del estado apoya para detectar la identidad del responsable.
“Se está trabajando para lograr la identidad, lamentablemente, utilizan servidores VPN para cambiar la ubicación de rastreo”, detalla el agente.
