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Un día, desesperada y presionada ante el temor de que Sedatu le cancelara el apoyo, se topó de casualidad una vivienda ya avanzada en un 80% de construcción en la calle Gómez Farías, a unos metros de la casa de su madre, y al preguntar por el responsable apareció el poblano, presuntamente identificado como Álvaro Crisóstomo Centeña, ofreciendo su servicio.

Petronila Toledo y sus hermanas, también estafadas, denunciaron al contratista
poblano para que nadie más caiga en este tipo de estafas.
“Vi el avance de la obra y le creí. Lo llevé a mi terreno y me dijo que me cobraría 50 mil pesos sólo por la mano de obra por dos cuartitos, una salita y una cocina, yo pondría todo el material; estaría concluido en un mes y medio. Me pareció justo porque soy viuda y lo que me dieron por mi casa no me iba alcanzar para más, así que para cerrar el trato me pidió 5 mil pesos y se lo di con tal de que ya comenzaran”, detalla la comerciante zapoteca.
El contratista regresó a Puebla por dos peones y los puso a trabajar en la base de la casa de Petronila el 15 de enero pasado; al mismo tiempo avanzaba en la casa modelo que tenía en el mismo barrio y que servía de muestra.
Petronila pagó 8 mil pesos por la primera semana a tres trabajadores, en la segunda semana tenían 10% de avances en la construcción y Crisostomo Centeña le solicitó 8 mil pesos más.
“Yo confíe porque vi que la casa que tenía de muestra ya iba a colar el techo. Así que mi cuñado le hizo firmar un documento, donde aceptaba haber agarrado un total de 21 mil pesos. Los últimos 8 mil se los di el 23 de enero, al otro día desapareció; desde entonces su celular me manda a buzón”, explica Petronila.
Pero el contratista no sólo estafó a Petronila, también a sus hermanas Luz Araceli y Lorenza. A la primera le quitó 5 mil pesos con el compromiso de también construirle una casa de 60 mil pesos, aquí ni siquiera dejaron alguna base; la segunda le entregó mil pesos.

Al verse estafadas presentaron su queja ante el Ministerio Público de Juchitán, para lo cual presentaron como testigos dos de los peones poblanos que no lograron escapar.
La denuncia que presentaron estas damnificadas se realizó para que nadie más caiga en este tipo de estafas. Por su parte, el Vicefiscalia de Justicia en la región informó que no se ha presentado de manera oficial denuncias sobre fraude de constructoras o cotratistas, pero el titular Mario Alberto invitó a los ciudadanos a denunciar cualquier tipo de fraude que sea objeto con relación a sus viviendas.
“Los damnificados están presionados porque desde diciembre Sedatu envió supervisores a verificar las construcciones y toman fotos, obligan a las personas a contratar a cualquier albañil, a cualquier constructora que les promete con 120 mil pesos, mágicamente, hacerles una casa con dos recamaras, construir como sea ante el temor de perder el apoyo. Realmente no se duda que se vaya a estafar a la gente. Por eso, como coordinadora, exigimos a Sedatu retirar a los verificadores para no seguir con la presión”, argumentó Rey Toledo.
La Coordinadora criticó el nulo interés de los gobiernos federal y estatal para llevar la reconstrucción de los pueblos por un buen camino; primero, aplicando el estudio de suelo, para lo cual ya fue aprobado un recurso económico de 200 millones de pesos que el Congreso destinó; segundo, aplicando los lineamientos de construcción como el tipo de material a utilizar en cada zona, profundidad de cimentación en las viviendas, entre otros.