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Karhen y su equipo, integrado por 10 personas, llegaron este miércoles a la cancha de la localidad para saludar a los niños que respondieron al anuncio.
Otros niños se presentaron solos o acompañados de sus hermanos mayores, pero muchos otros faltaron a la cita, pues estaban trabajando en el campo, actividad principal de esta localidad ayuuk.
“Lo que pretendemos es ayudar a desarrollar la felicidad en niños de 0 a 10 años con la entrega en mano de juguetes que no necesiten pilas, para inculcar valores como equidad, amor y solidaridad”, apunta la representante de la fundación Zacania, cuyo nombre significa “dar apoyo” en zapoteco.
Nacida en 2013 para apoyar a otras organizaciones, desde 2018 esta asociación decidió concentrar sus esfuerzos en apoyar a la población indígena infantil.
La labor de Zacania, explica Karhen, es aún más valiosa porque son niños de Oaxaca quienes donan para otros niños. Con ayuda de sus papás, los menores donan juguetes nuevos o en buen estado, mismos que llegan hasta los municipios elegidos.
Desde el año pasado, el equipo de Zacania ha causado sonrisas en niños de siete municipios de alta marginación, entre ellos Santa Lucía Monteverde y San Pedro Huamelula. En esta ocasión, tras una campaña de recolección de juguetes de 20 días y un recorrido de 12 horas, se entregaron 300 juguetes a los niños y niñas de Tepuxtepec. La meta de este año es repartir al menos 3 mil juguetes.
Además de los recorridos por las comunidades, Zacania canaliza donativos a otras fundaciones, como el Albergue Josefino, la Casa de Descanso y Luz para niños con cáncer en Huayápam, y otras en la Ciudad de México.