En este kínder se reaviva el zapoteco
Desde hace siete años, en el preescolar bilingüe Amado Nervo se enseña la lengua y se impulsó que la escolta porte la vestimenta tradicional
Todos los días, la maestra Elizabeth Cabrera canta con sus 29 alumnos de tres años los números en español y zapoteco, es una canción que ella adaptó a su lengua originaria para que la mitad de los niños de su clase refuercen el incipiente zapoteco que saben y quienes no lo hablen, aprendan las primeras palabras.
Mientras Elizabeth sigue con sus enseñanzas en el aula, en el patio del prescolar bilingüe Amado Nervo de la Séptima Sección de Juchitán, el maestro de Educación Física, Christian Carrasquedo, le da a las niñas de la escolta las últimas instrucciones, también en zapoteco. Ellas se saben de memoria las órdenes que da Yalitza Cartas Ruiz, quien a todo pulmón indica los movimientos a seguir.
“La cubia’ ra guzuaatú [tomar distancia]”, “laguzuhua chahui [¡Firmes ya!]” son las órdenes que le da al resto de las niñas de la escolta. Yalitza tiene seis años, es una de las más destacadas oradoras y ha representado a la institución en eventos de la zona escolar 143 de escuelas bilingües.
Las instrucciones para la escolta las aprendió en una semana, gracias a que su madre y abuela son hablantes del zapoteco y refuerzan las enseñanzas en el hogar.
Esta institución prescolar es un ejemplo para otras escuelas bilingües en el Istmo de Tehuantepec, pues además de tener una escolta de niñas que visten con la ropa tradicional istmeña, desde hace siete años todos los alumnos cantan el himno nacional en zapoteco en el homenaje de los lunes.
Un reto al inicio. Hace tres años, por iniciativa del profesor de Educación Física, la institución implementó que la escolta tuviera vestimenta tradicional. Aunque en un principio muchos padres de familia se negaron, al final se hizo un trabajo de concientización hasta lograr que se sintieran identificados.
“Fue muy difícil al principio, porque estaban acostumbrados al uniforme, pero les hicimos entender que era parte del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), de acercar a los niños a su cultura e identidad.
“Lo mismo pasó con el zapoteco, se negaban al principio porque creían que los niños se iban a enredar, pero nada más falso. Esta escuela está en el proyecto de rescate y revitalización de nuestra lengua madre”, comenta el profesor.
Fue la disminución de niños hablantes del zapoteco la que encendió las alarmas en la institución, pues se dieron cuenta que hace 10 años, 80% de los alumnos hablaban esta lengua, pero en los últimos dos años la población hablante disminuyó a 50%, quienes no lo dominan en su totalidad.
Así se comenzó a reforzar el zapoteco todos los días, con la participación de los padres de familia; en las aulas fue a través del canto, poemas, adivinanzas, el himno nacional y juegos.
“Siendo una escuela bilingüe con más razón tenemos la obligación de reforzar el zapoteco dentro y fuera de las aulas. Esto no sería posible sin la participación entusiasta de los padres. Desde este nivel empezamos a sembrar la semilla. Siete años después, ya vemos resultados, sobre todo que los padres tienen más conciencia del rescate”, explica Austraberta Toala, directora del centro educativo.