“Es muy duro vivir sin casa, bajo la lluvia, el sol o el viento”, comenta el hombre indignado.
En un espacio de 36 metros cuadrados, Eduardo y su esposa, María del Carmen, trabajadora doméstica, habilitaron una especie de vivienda construida con láminas, cartones y lonas delgadas, donde tienen un catre, un lavadero, el fogón y una hamaca.
En el caso de Eduardo, su vivienda no fue foliada por la Sedatu después del terremoto del 7 de septiembre, debido a que tuvo que salir de emergencia porque su padre resultó herido en el siniestro.
En sus recuerdos sobresale la noche del terremoto, cuando el techo de tejavana de su vivienda se desplomó encima de su padre Vicente López. “Por sus lesiones, me lo llevé al IMSS del puerto de Salina Cruz, tres días después nos fuimos a la ciudad de Oaxaca”, explica.
Esa obligatoria ausencia le impidió a Eduardo que los brigadistas de Sedatu foliaran lo que quedó de su vivienda, y por tanto quedó sin recibir las dos tarjetas del Fonden que contenían 120 mil pesos para el pago de la mano de obra y la compra del material de construcción.
Sin embargo, han transcurrido cuatro meses desde la segunda verificación, que incluyó a 5 mil familias juchitecas; nadie, ni las autoridades municipales, saben cuándo llegará la ayuda y tampoco se sabe de cuánto será ni cómo se entregará.
En el primer censo, las familias que tuvieron daños totales recibieron dos tarjetas por 120 mil pesos y los damnificados con daños parciales recibieron una con 15 mil pesos.
“Yo espero que llegue la ayuda pronto”, pide Heidi Palmira Calderón, a quien le fue entregado el folio 35583 del Fonden.
Heidi vive en el barrio de Cheguigo, fue de las excluidas del primer censo y su vivienda tiene cuarteaduras en las paredes, al igual que la losa y el piso de sus cuartos se está desprendiendo.
“No podemos reparar los daños porque no tenemos dinero”, exclama con molestia.
“Insensible, gobierno federal”. Preocupados porque los damnificados no han recibido la ayuda tras la segunda verificación, los integrantes del cabildo juchiteco acudieron a la Ciudad de México, en busca de respuestas ante la Sedatu, la Segob y la Secretaría de Hacienda (SHCP). “Vemos mucha insensibilidad, desinterés y arrogancia en los funcionarios federales que ordenaron la segunda verificación y no le han dado respuesta a unos 5 mil damnificados que tienen folios con daños parciales”, denuncia la alcaldesa Gloria Sánchez.