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Paradójicamente, en Tuxtepec Javier, de 47 años, es conocido por su labor docente, en radio y televisión local, pero casi nadie lo identifica como escritor.
“Sin la intensión real de ser escritor, formé sin querer un libro que llamé ‘Relatos oscuros’”, cuenta Javier, quien intentó publicarlo a través de dos editoriales, sin obtener respuesta. Desanimado, el texto quedó en el cajón hasta 2004, cuando logró publicarlo a través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC). Fueron 500 ejemplares que se distribuyeron en escuelas y entre conocidos.
“El tarro”, uno de los relatos del libro, fue el que lo llevó a colaborar en dos ocasiones con Radio Francia Internacional para hablar de literatura, luego de participar en el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo.
La realización de 300 ejemplares fue posible con apoyo de la iniciativa privada, amigos y familia, pero tampoco llegaron a librerías, sólo a escuelas de la región.
Luego de otros dos trabajos publicados en 2009 y 2013, donde tocaba temas como la pederastia y que aún no generaban ganancias, Javier siguió escribiendo en el silencio de su casa vacía mientras la familia acudía a la escuela y su esposa al trabajo. “Lo hacía por gusto, para que me leyeran. Unos bailan, otros hacen ejercicio, yo escribo, me satisface”, confiesa Javier.
Con este libro, Javier dice que nació el escritor; pues expresa mayor libertad y sencillez en el relato, que se desarrolla en una semana.
Por ello, dice, se animó a publicar otro libro financiado por su cuenta, con impresora casera y el apoyo de una fundación literaria local.
“Siento que apenas empecé mi carrera, estoy en el momento preciso para seguir en este camino”, reconoce el también subdirector de la Casa de la Cultura de Tuxtepec.