Tráfico sexual, negocio familiar que se hereda en Tlaxcala

Según documentos oficiales del gobierno de la Unión Americana, esa familia ha sido investigada por el delito de tráfico de mujeres desde el año 2000

Foto: Archivo/ EL UNIVERSAL
Estados 05/02/2020 08:20 Redacción Tenancingo, Tlaxcala.- Actualizada 08:20

A unas calles del centro de esta ciudad, un grafiti evidencia una parte de su historia: la trata de mujeres con fines de explotación sexual. El mural de fondo negro muestra a un grupo de perros que emulan a hombres bebiendo en un billar, mientras una mesera, que aparenta ser una gata de mirada triste, les sirve los tragos.

Transitar por este municipio, considerado por académicos y activistas la cuna de los padrotes más poderosos del país, da la impresión de que ese fenómeno dejó cimentadas sus bases en las grandes mansiones de estilo californiano abandonadas que abundan en la localidad, así como en los hoteles de paso que la rodean.

Aunque familias de este lugar, como los Carreto Valencia, se encuentran cumpliendo sentencias en Estados Unidos por explotar a mujeres que secuestraban en México, la herencia de este delito sigue presente.

De acuerdo con las averiguaciones previas —a las que en alianza EL UNIVERSAL y el programa Por la Mañana, de Grupo Fórmula, tuvieron acceso— contra familias de Tenancingo por el delito de trata de personas, se presume que Los Rojas Romero son una de las organizaciones con más redes de conexión para prostituir mujeres en México y Estados Unidos en la actualidad.

Según documentos oficiales del gobierno de la Unión Americana, esa familia ha sido investigada por el delito de tráfico de mujeres desde el año 2000.

Además, la Procuraduría General de la República abrió una averiguación previa contra Fredy y Noé Rojas Romero desde 2012 por el mismo delito bajo el expediente AP/PGR/Fevimtra/296/2012, en la que también se vincula a Gerónimo “N”.

Una de sus mansiones, según una autoridad que pidió el anonimato, se ubica en la calle 5 Sur, en la última franja de Tenancingo, la cual limita con el estado de Puebla.

En el municipio de Tlaxcala de 12 mil habitantes existe una vigilancia constante por parte de los vecinos ante cualquier anomalía. 

Gris, sin adornos extravagantes más que una cerca eléctrica y cortinas blancas, la residencia no tiene banquetas ni jardines y es apenas la segunda casa de esa calle en varios kilómetros a la redonda. Su estilo y ubicación, a diferencia del resto de las mansiones, parece haber sido planeada precisamente para pasar inadvertida y estar ubicada a escasos metros de la carretera federal 121 Puebla-Tlaxcala.

En la investigación contra Los Rojas Romero, a Fredy y Noé se les acusa de explotar sexualmente a sus novias y, al menos, a una mujer más cada uno.

La averiguación señala que obligan a sus propias víctimas a reclutar a más mujeres, quienes son recibidas en casas de seguridad en Tenancingo y, posteriormente, enviadas a condominios en Irapuato, Guanajuato, donde las autoridades federales identificaron conexiones con tres hoteles locales.

La red está conectada, a su vez, con tres casas en Papalotla, Tlaxcala, municipio cercano a Tenancingo, a un hotel en Acapulco, Guerrero, otro en Martínez de la Torre, Veracruz, y un bar y una casa en Monterrey, Nuevo León.

En esa compleja red dominada por hombres aparecen más presuntos padrotes, cuyas formas de operar son las mismas en cada caso: los primos y hermanos varones trabajan bajo órdenes de un familiar como operadores o reclutadores y, a su vez, explotan al menos a dos mujeres cada uno.

Los moteles de paso para la explotación de mujeres abundan en la carretera que rodea esta ciudad.

En el caso de esa familia, los hoteles, bares y casas son los eslabones que los conectan con otras redes de trata en Puebla, en el municipio de Izúcar de Matamoros; en Tlaxcala se ubican en San Bartolomé, San Pablo del Monte, Santa Isabel Xiloxoxtla y San Francisco Tetlanohcan, y en Morelos, en Axochiapan, según datos oficiales.

El destino final de esta red es Houston, Texas, en donde presuntamente Manuel “N” está a cargo, según información asentada en el expediente AP/PGR/FEVIMTRA/003/2012 y 138/2012. Se presume que este último colabora con su hermana, quien presta su identidad para que las víctimas menores de edad tengan credenciales de elector falsas. Otro de sus hermanos, Óscar Juárez Morales, se encuentra preso desde octubre de 2019 por explotar sexualmente a una mujer a quien conoció en Tlaxcala y prostituyó en Atenco, Estado de México.

El modus operandi de reclutar a sus propias esposas se replica, pero además aparece en esta conexión el rol de una mujer mayor, cuya labor es cuidar a los hijos de las víctimas.

La Fiscalía Estatal de Justicia de Tlaxcala considera que Tenancingo es uno de los 16 municipios en los que hay trata para explotación sexual y trabajos forzados.

A esta cadena se le asocia un departamento en Flaming Drive, Houston, así como un bar en la misma ciudad. En la carpeta se asentó que los padrotes se mueven en autos de lujo, como Mustangs, Audis, Mercedes Benz y BMW.

Los tratantes de mujeres, a diferencia de otro tipo de crimen organizado, operan en grupos pequeños, según detalla el informe Panorámica de la Trata de Personas 2018, elaborado por Lantia Consultores para el gobierno de Tlaxcala, al que esta casa editorial y Grupo Fórmula tuvieron acceso.

“Del monitoreo de eventos entre 2007 y 2017 se observó que en 53% de los casos estuvieron implicados entre uno y dos presuntos tratantes, mientras que en 28%, de tres a cinco, y en 19%, seis o más”, explica el reporte basado en datos de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) y de organizaciones internacionales.

“Escuela” de proxenetas

Para Alejandra Méndez Serrano —directora del Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., que ha investigado la trata de mujeres en Tlaxcala— no se trata de un problema específico de Tenancingo, sino de 23 municipios de los 60 que comprenden el estado. Un fenómeno, dice, que se ha extendido en los últimos años debido a la inacción de las autoridades de todos los niveles.

“Primero por la negación, el reconocer la problemática y simular que toman acciones”, mencionó.

El Centro Fray Julián Garcés tiene un registro basado en datos de la procuraduría local de 210 denuncias por trata de personas de 2011 a 2017, de las cuales, nueve son sentencias condenatorias.

Además de 154 denuncias de mujeres víctimas de trata de 2011 a 2018 en 16 municipios de Tlaxcala y en otros nueve estados del país. De éstas, 144 son mayores de edad y 10, menores.

En calles aledañas al centro de Tenancingo se encuentran colgadas mantas a la vista de todo con fotografías explícitas que advierten de posibles linchamientos

Resalta que sólo 26 fueron canalizadas a refugios para víctimas; es decir, 83% quedó en indefensión y riesgo de volver a ser explotadas sexualmente.

Al preguntarle por qué Tlaxcala se ha centrado bajo el foco de medios como Fox News, que intentó abordar el tema de Tenancingo, considera que las acciones ciudadanas para visibilizar el problema de la trata han atraído las miradas del mundo y desviado de observar otros escenarios.

Reconoce que en Tlaxcala hay una “fuerte acción por parte de algunos personajes de las comunidades: familias dedicadas a la trata que enseñan a sus hijos e hijas el modus operandi y es como una escuela que se va transmitiendo de padres a hijos.

“Lo que tenemos son, sobre todo, redes de trata, no tanto explotación, sino casas de seguridad, redes de personas que enganchan, resguardan, trasladan y vigilan a las mujeres”.

Una de las propuestas implementadas por el Centro Fray Julián Garcés para disminuir el alto riesgo de trata en la región ha sido implementar programas educativos en ocho secundarias en el sur del estado, pues “es la edad en la que las niñas son más vulnerables a caer en redes de explotación sexual”.

Mansión ubicada a las afueras de Tenancingo y en la frontera con el estado de Puebla que presuntamente pertenece a la familia Rojas Romero.  

Los municipios en los que se ha implementado el programa piloto desde hace cinco años son Ayometla, Teolocholco, San Pablo del Monte, Magdalena de Tlaltelulco, Acuamanala de Miguel Hidalgo, Zacatelco, Españita y Mazatecochco de José María Morelos.

El siguiente paso es que sea un programa integral de preescolar a preparatorias en el estado, en el que se considere a la trata como una forma de violencia extrema contra la mujer y se deje de ver como un modo de vida. Este trabajo se realizó en alianza con el programa de Grupo Fórmula Por la Mañana, del periodista Ciro Gómez Leyva.

***Con información de Montserrat Peralta

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