“El asesinato de una hija es un dolor eterno”
Lizeht fue víctima de un violador serial hace dos años
“El feminicidio no tiene nombre, es un dolor que no termina. Me duele el corazón”, expresa entre sollozos Yadira Argüelles, madre de la maestra de danza Lizeth Aracely Fuentes, víctima de un violador serial, que acabó con su vida en octubre de 2016.
En entrevista con EL UNIVERSAL, en el contexto del Día Nacional por la Erradicación del Feminicidio —que se conmemoró el 6 de octubre—, la madre de Lizeth explica que el castigo para los perpetradores debe ser la pena de muerte, incluso la silla eléctrica, porque “esas personas no deben existir”. Hasta el momento, refiere, ni el gobierno ni el Congreso local han logrado que se aplique una condena justa contra los feminicidas. “Yo voy a donde sea, es necesario para levantar la voz por las mujeres que ya no pueden defenderse”.
Yadira considera que las sentencias máximas no son insuficientes, pues los números rojos aumentan y el gobierno estatal no quiere decretar la alerta de género. A diario, la sonorense recuerda la mañana del 30 de octubre de 2016, cuando su hija de 23 años salió rumbo al Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui, donde trabajaba como maestra y recibiría su primer pago, y nunca volvió a casa.
Tras labores de búsqueda, el cuerpo de la profesora fue hallado sin vida en un dren agrícola cercano al municipio de Cajeme. Tras las investigaciones ministeriales, el 3 de noviembre de ese año fue detenido Luis Gonzalo Machado, jornalero agrícola que estaba implicado en otros dos casos de violación contra mujeres. A todas les ofrecía un aventón para llevarlas al lugar que se dirigían.
Al respecto, Silvia Núñez Esquer, titular del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, Capítulo Sonora, comenta que las autoridades deben preocuparse y ocuparse por la incidencia de casos de feminicidios en este estado.
Según las estadísticas de este colectivo, de 2013 a la fecha se han cometido 316 feminicidios en Sonora; 46 de esos delitos ocurrieron este 2018. El municipio de Cajeme, según revelan los datos, ha concentrado 26% de asesinatos, luego le siguen Hermosillo y Nogales, con 17%.