Con orgullo, familia confecciona la Bandera de México
Inician su producción desde enero para que los tonos perfectos de sus banderas luzcan elegantes en la fecha del Grito de Independencia
Los colores verde, blanco y rojo que componen la Bandera de México cobran otro significado cuando se trata del sustento de una familia, no sólo porque desde hace una década se dedican a cortar, coser y pintar el lábaro patrio, sino porque les brinda identidad, dicen los trabajadores de un taller especializado que se localiza en San Pedro Totoltepec, Toluca.
Para el señor Abdiel, el jefe de la familia y propietario del negocio, dedicarse a la fabricación de las banderas es un orgullo que siempre quiso inculcar a sus hijos, tarea que logró con mucho éxito, pues la mayoría se dedica a este trabajo.
Lo más importante, dice, es tener el detalle preciso al momento de pintar el Escudo Nacional. No es fácil lograr la mezcla de colores que brinden los tonos perfectos, para que al momento de ondear la bandera luzca elegante y con la forma del águila que distingue a los mexicanos, platica.
Su taller se encuentra desde hace muchos años en la zona norte de la capital mexiquense, no es fácil dar con el domicilio y tampoco quiere que se haga público, pues teme ser víctima de la delincuencia.
Dentro del lugar se respira un orgullo que no es común encontrar en las calles, salvo en el mes patrio, cuando se realizan las ceremonias del Grito de Independencia.
Esta nave forma parte de las pocas que aún se mantienen activas, cada vez hay menos familias en el negocio, según Abdiel muchos en San Pedro Totoltepec perdieron la batalla frente a la entrada de productos chinos, que aún sin cumplir los estándares de calidad o las especificaciones de la Secretaría de Gobernación se ofertan en las calles a precios mucho más económicos que los mexicanos.
“La entrada de banderas chinas ha ganado la pelea en territorio mexicano. El costo de una bandera puede ser hasta 20 pesos más económica que las manufacturadas por productores nacionales; pero eso a nosotros no nos ha retirado de la industria, seguimos trabajando en todo el proceso de producción”, afirma enfático.
Quienes se dedican a este negocio señalan que la tela de las banderas pirata también cambia.
Los chinos utilizan un tejido que se oferta en 10 pesos, mientras que el lienzo mexicano tiene un costo de 50 pesos por metro; pero los precios no son competitivos, pues los chinos logran vender los tamaños más pequeños en cinco pesos, lo que obliga a los mexicanos a ofrecerla en 4.50, con ello llega la pérdida de las ganancias.
Foto: Crisanta Espinosa Aguilar /CUARTOSCURO.COM
Proceso de producción.
Emanuel Ríos Hernández trabaja en el área de estampado, pero en días de mucho trabajo está destinado al corte, donde primero tienden los lienzos de raso, la tela que se emplea para las banderas, y después, según las medidas, van cortando.
En este sitio hacen productos del cero al 14. En un día cortan entre tres y cuatro tendidos de tela para el tamaño más pequeño, cada rollo contiene 100 metros que miden 1.50 metros de largo.
La producción de banderas arranca en enero, para que en agosto concluya el trabajo o a más tardar la primera semana de septiembre, según la demanda.
Elizabeth Rosales Cosme, del área de costura es la encargada, de “cerrar” las tiras que salen del área de corte, lo hace en una máquina donde une primero el blanco con el rojo, luego el blanco con el verde. Platica que en un día llega a unir hasta mil o 2 mil metros en total, dependiendo el tamaño.
Ella inició a los 17 años con este oficio y asegura que su empleo le da “satisfacción”, sobre todo al ver que los mexicanos consumen productos nacionales.
Con el escudo debemos tener mucho cuidado porque está registrado. Las autoridades dan la aprobación directamente y son muy exigentes
Le sigue Benedicta Juan Zaragoza en el área de pegado de listón, donde se amarra el asta, ella llega a pegar hasta 200 por día y dice que le gusta lo que hace, porque se siente “muy feliz y orgullosa de hacer banderas, me gusta ser patriota”.
Sigue el turno de Tania Carmona, encargada de orillar las tiras que mandan del corte, ella pasa la tela para unirlas, hay días en que recibe cuatro o cinco tiras de 100 metros cada una. Lleva más de 3 años trabajando, en lo que dice es un gran oficio, pues se siente muy orgullosa de producir la Bandera Mexicana que la gente ondeará.
“Van a distinguir el trabajo hecho por manos mexicanas, es de buena calidad y es hermosa”, afirmó.
Enseguida, toca el turno de Eric Padilla Camacho, encargado del planchado. Cuenta que la tela se deja por lapsos de 10 segundos, para tres o cuatro banderas por turno a una temperatura de 180 grados, para quemar el escudo y que no se despinte ni se haga fea al lavarla.
Durante un día llega a planchar entre mil o mil 500 piezas, dependiendo del tamaño y qué tan rápido vaya el pintor del escudo.
Uno de los elementos más importantes de la bandera, dice Abdiel, es el Escudo Nacional, y para plasmarlo los productores deben contar con un permiso especial de la Secretaría de Gobernación. Debe cumplir con las medidas exactas, de lo contrario son sancionados económicamente.
“Con el escudo debemos tener mucho cuidado porque está registrado. Las autoridades dan la aprobación directamente y son muy exigentes, por eso es la parte más importante. Las medidas, mezclas y tonos deben ser perfectos”, dijo.
