Poco antes de las 3 de la tarde de este jueves, comenzó el sepelio de ocho de las 29 víctimas mortales que dejó el ataque de un grupo armado al centro nocturno El Caballo Blanco.
Entre música y aplausos, una muchedumbre de gente se dio cita en el Panteón Antiguo de esta ciudad para despedir los restos de las personas que murieron la noche del miércoles, en el ataque.
Según los primeros peritajes realizados por la Fiscalía General de la República (FGR), la mayoría de las víctimas murió por asfixia luego de que hombres armados prendieron fuego al establecimiento.
Al menos 11 de las víctimas eran mujeres, incluidas bailarinas y la cajera del lugar. También murió Erick Hernández, quien trabajaba como DJ y es uno de los fallecidos que familiares y amigos despidieron esta tarde en el camposanto, junto con Xóchitl y María, dos de las bailarinas.
El cortejo fúnebre de las ocho víctimas pasó en medio de la gente, seguido de familiares que cargaban flores y caminaban hacia las tumbas, mientras sonaban bocinas con música para despedir a los fallecidos.
Hasta esta tarde, aún faltaban por entregar los cuerpos de tres víctimas, los dos marinos filipinos, y la cajera del centro nocturno, una de las víctimas que murió en el hospital a causa de quemaduras en más del 90% de su cuerpo.
