Coronavirus apaga la música de más de 5 mil músicos en el Istmo
Cerca de 500 grupos musicales registran pérdidas económicas y laborales ante contingencia
Como en los peores momentos después del terremoto del 2017, la música volvió a apagarse en los pueblos del Istmo de Tehuantepec, pero ahora a causa de una pandemia.
Autoridades ordenaron suspender todas las fiestas: bodas, XV años, Velas, Lavadas de Ollas y bailes populares. Esta ciudad zapoteca quedó en silencio.
“Nos está yendo mal, muy mal. Nos pegó duro. Se nos cayeron 22 tocadas en este mes de abril. Nos cancelaron eventos playeros en el puerto de Salina Cruz, algunas Velas en varios municipios de la región y también varias bodas”, comenta preocupado Edgar Vásquez Reyna, representante de la organización musical Bupu & Ron.
Poco más de 5 mil músicos han sido afectados en todo el Istmo por la emergencia sanitaria del Covid-19 que, aunque hasta ahora no ha registrado ningún contagio confirmado del virus, presentó tres casos sospechosos en la región que resultaron negativos.
Esa ha sido razón suficiente para que la actividad económica de Juchitán, considerada la capital comercial del Istmo, haya quedado detenida, como pausada en el tiempo.
Nadie sabe qué pasará, al menos de aquí hasta septiembre u octubre
Entre grupos musicales, tecladistas, mariachis y bandas regionales, en el Istmo suman más de 500 organizaciones, indica el representante del Grupo Fiesta, Jesús Lagunas.
“Nos cancelaron cuatro tocadas para el mes de mayo”, añade el músico y empresario.
Tan sólo en esta ciudad, que se caracteriza porque su vida económica está estrechamente vinculada con la fiesta y el comercio, los músicos de unas 15 agrupaciones, 20 tecladistas e igual número de bandas regionales viven en la incertidumbre. Nadie sabe qué pasará, al menos de aquí hasta septiembre u octubre, como han advertido las autoridades federales de Salud.
La agrupación Bupu & Ron perdió un promedio de 30 mil pesos por cada tocada cancelada en Juchitán y registró una pérdida de 40 mil pesos, por la cancelación de su presentación en un evento playero de Semana Santa, en el puerto de Salina Cruz.
En total, entre abril y mayo, al grupo le cancelaron 46 tocadas. La mínima, sin moverse de esta ciudad, de 30 mil pesos.
Hace dos años, en 2018, los músicos juchitecos organizaron maratones musicales para llamar la atención de las autoridades porque prácticamente se quedaron sin ingresos por la suspensión de las fiestas en una ciudad destruida por el terremoto.
Pero con la orden de que se reduzca la movilidad de las personas a las actividades solamente esenciales, no será posible organizar los maratones musicales.
“Estamos frente a una adversidad de graves consecuencias en la vida económica”, expresa el representante del Grupo La Fiesta, que no sabe hasta cuándo volverán a sonar sus notas.
