Con la suspensión de la entrega de recursos públicos desde comienzos de este año, los 383 municipios de alta y muy alta marginación que incluye el programa dejaron de recibir la dotación de alimentos no perecederos (frijol, arroz, sopa, leche, lentejas, entre otros) que hasta 2018 les era enviada de manera bimestral, detalló el funcionario.
“Nosotros dependemos de un presupuesto federal que nos llega año con año fiscal. En diciembre pasado, presumíamos que tendríamos el dinero para operar 2019; (sin embargo) con el cambio de gobierno nos avisaron hasta el mes de febrero (sobre la continuación del subsidio).
“Se comieron un mes porque ellos (el gobierno federal) tampoco tenían la certidumbre de que el Sistema Nacional DIF iba a continuar; entonces, estuvimos en la incertidumbre”, agregó.
Asimismo, explicó que el programa excluye la dotación de productos como sal, azúcar y aceite, debido a su relación con padecimientos de salud como diabetes y sobrepeso.
En febrero de 2019, el gobierno federal informó que dará continuidad a las cocinas comunitarias y que seguirá destinando a Oaxaca, 230 millones de pesos necesarios para la subsistencia del programa; pero la calendarización tuvo que modificarse con el objetivo de cumplir con los procesos administrativos correspondientes. Al gobierno de Oaxaca le toca aportar los gastos en operación, personal y supervisión.
Osorio Villa aclaró que pese a la actual contingencia, el presupuesto y la continuidad del programa están garantizados para este año.
Incluso, aseguró que resultado del ajuste por la postergación del envío de los comestibles, es factible que el DIF cumpla con la entrega de los productos durante el último semestre del año, “como si no hubiera existido ningún contratiempo, con el objetivo de crear una reserva y garantizar el abasto de los comestibles durante los primeros meses de 2020”.