Indígenas de la tercera edad viven doble marginación ante coronavirus

Además de pertenecer al sector de mayor riesgo por ser de la tercera edad, habitantes  de pueblos originarios no pueden permanecer sin trabajar

Foto: Edwin Hernández
Estatal 02/04/2020 08:58 Fernando Miranda Oaxaca Actualizada 15:06

La petición era contundente. Autoridades municipales de Ixtlán, un municipio zapoteca de la Sierra Norte, pedían al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador reconsiderar su visita de aquel 21 de marzo a Guelatao, para conmemorar el natalicio de Benito Juárez.  

Lo hicieron, explicaron en una carta, porque ante la pandemia del Covid-19, su región no cuenta con infraestructura médica para atender un posible brote. Tampoco disponían, entonces, de información en su lengua sobre las medidas de prevención y ni siquiera con red telefónica o Internet para avisar de un posible contagio.

En esas condiciones, argumentaron, era imposible que se realizara un evento masivo como los que acostumbra el Presidente, que  atraería a habitantes de distintas comunidades e incluso, de otros estados.

Finalmente, el evento de López Obrador fue íntimo; sin embargo, evidenció que  la histórica marginación en la que viven las  comunidades indígenas acentúa su vulnerabilidad ante la pandemia y  amenaza su derecho a la vida y a  la salud.


Doble riesgo

“Aquí alguien de la tercera edad decía que su mayor temor con el virus no era morir, sino agonizar en un hospital lejos de su gente, con personas que no entienden mixe y sin saber si su cuerpo será enterrado en Ayutla”, cuenta Yasnáya Gil, una lingüista y activista ayuujk originaria de San Pedro y San Pablo Ayutla, también en la Sierra Norte, región que, además de los zapotecos y mixes, alberga a comunidades chinantecas.

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Foto: Edwin Hernández

 El miedo que se lee en  este testimonio no es gratuito. Al riesgo ante la pandemia que viven  las personas de la tercera edad en todo el mundo  se suma que las comunidades indígenas en estados como Oaxaca, cuyos habitantes que viven en precariedad económica no pueden parar,  pues dependen del trabajo diario.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 3 millones 750 mil 471 personas que habitaban Oaxaca en 2015, la cifra oficial más reciente, 343 mil 503 eran mayores de 65 años, es decir,  8.6%. De ellos, 45.6% eran hablantes de alguna  lengua originaria de las 16 que tiene el estado, por lo que esta doble marginación ante el coronavirus podría afectar  a más de  156 mil 759 personas.

Pero  podrían ser más, pues aparte de los hablantes, en Oaxaca hay comunidades que se identifican como pueblos originarios sin que necesariamente aún conserven su lengua.

Según una serie de mapas elaborados por el Colectivo Mixe (Colmix), en Oaxaca existen comunidades indígenas donde la población de más de 65 años  representa más de 20% del total, porcentaje mayor al que se registra a nivel nacional, que es 7.1%, e incluso que el de Europa,  con 19.7%.

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Foto: Edwin Hernández

Estas poblaciones se localizan principalmente en las regiones Mixteca y Sierra Norte, y destacan algunas como Cosoltepec (mixteca), con 32.9%; San Francisco Cajonos (zapoteca), con 31.5%; San Juan Achihutla (mixteca), 29.2%; Santiago del Río (mixteca), con 28.9%, y Santiago Tepetla (chocholteca), con 28.9%.

“Hay muchísimas comunidades en Oaxaca cuyo porcentaje de población de más de 65 años es incluso mayor al de Europa, lo que se convierte en un factor de riesgo. A lo que se agrega que viven con mucha marginación, por lo que tienen que salir a diario de sus localidades y  son más susceptibles”, explica Julio César Gallardo, biólogo   y  encargado de elaborar materiales cartográficos en el Colmix.

Aunque la pandemia se  desarrolla principalmente en zonas urbanas y, por ello, algunas comunidades han decidido imponer toques de queda y limitar los accesos, Julio explica que otras no pueden hacerlo porque “tienen una interacción económica que implica viajes diarios a las zonas urbanas y muchas no pueden aislarse”.

 Según su conteo, son al menos 17 los muncipios indígenas  donde el porcentaje de personas  mayores de 65 años es mayor a 25%, la mayoría del medio rural; por tanto, con limitaciones de acceso a los servicios de salud.

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Para el doctor Yuri Aragón, infectólogo del Hospital Civil Aurelio Valdivieso y docente de la UABJO, que este virus se presente en una población como éstas, con una pirámide poblacional de mayor edad aumenta el riesgo de contagio, por lo que considera  muy importante que les llegue la informacion  en sus lenguas.  

“Si estas infecciones se generalizan, en estas poblaciones habrá  mucha mortalidad porque los servicios de salud son precarios”, detalla.

 Fue por ello que el 22 de marzo la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) pidió al gobierno estatal que actúe inmediatamente  para evitar violaciones a los derechos humanos en materia de salud durante la emergencia, para  evitar falta  de  medicamentos y garantizar que la información esté disponible en lenguas originarias.

“El derecho a la salud de los pueblos indígenas está en riesgo en tiempos ‘normales’, por lo que su vulnerabilidad se agrava en las situaciones como ésta, la que actualmente representa el Covid-19”, dice.

“Los ancianos son parte importante de nuestras culturas y quienes  conservan nuestras lenguas, pues son los últimos hablantes. Por ello, debemos evitar que los contagios lleguen al medio rural, evitando los movimientos innecesarios a la ciudad y no exponiéndolos a un posible contagio”, advertía el biólogo.

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Foto: Edwin Hernández

Ayer, que la entidad llegó a 22 personas contagiadas, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) informaron que el temor de Julio César Gallardo y la advertencia del doctor Yuri Aragón no están lejanos. 

Por primera vez, tras 18 días de confirmarse los primeros dos casos, los contagios de Covid-19 se extendieron desde los Valles Centrales, donde se asienta la capital oaxaqueña, el principal núcleo urbano del estado, hacia otras tres regiones.

Se trata  de la Mixteca, el Istmo de Tehuantepec y la Sierra Norte, con un caso cada una. Esta última es la misma región desde donde le pedían al Presidente no asistir porque temían que si se registraba un brote, su limitada infraestructura médica, apenas un hospital básico, sería insuficiente para contenerlo. 

Las tres son habitadas principalmente por pueblos originarios: zapotecos, mixes, mixtecos, chocholtecos y chinantecos, entre otros.

Y la Mixteca, así como la Sierra, es donde se ubican los municipios con la población más envejecida: indígenas y ancianos, la doble vulnerabilidad.

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