Austeridad en el campo pega a la burocracia de Sedapa
Presupuesto para este año fue reducido 92.5%, en comparación con 2019. Ante el recorte, en la dependencia se analiza reducir la plantilla laboral

La austeridad que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le ha dado un golpe de muerte al campo oaxaqueño, que se traduce en la disminución de recursos públicos, la desaparición de programas para impulsar a productores e incluso, en la necesidad de recortar al personal que labora en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (Sedapa) de Oaxaca.
El recorte fue mayúsculo. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 (PEF), en Oaxaca los diputados federales redujeron 92.5% los recursos para agricultura y desarrollo rural para este año, en comparación con el presupuesto asignado en 2019.
A lo anterior se suma la desaparición del programa de concurrencia con las entidades federativas, otra fuente de presupuesto para el campo, lo que “impactará enormemente” en los productores de los sectores agricultura, pesca y acuacultura, considera Sofía Castro Ríos, titular de la Sedapa.
A nivel nacional, en 2019 la Federación recortó 38% los recursos que históricamente se asignaban a los sectores productivos primarios.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria explica que, a nivel nacional, en 2019 la Federación recortó 38% los recursos que históricamente se asignaban a los sectores productivos primarios. A ello se sumó para 2020 un nuevo recorte presupuestal de 32%.
Entre 2019 y 2020, el recorte al campo fue de 70%. De acuerdo con el PEF 2020, este año a Oaxaca se le destinaron 45.7 millones de pesos para el campo, los cuales se destinarán para el Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria. En comparación, en 2019 se destinaron 591.7 millones de pesos: la reducción es de 92.5%.
Con ello, hay programas para los que no se contemplan recursos, como Concurrencia con Entidades Federativas, Desarrollo Rural, Información Estadística y Estudios (SNIDRUS); Programa de Abasto Rural, a cargo de Diconsa, y de Abasto de Leche, a cargo de Liconsa.
“No se les da a los estados ni a los municipios, pero principalmente a los productores, la viabilidad de poder sumar recursos públicos para enfocar en el sector rural. Es una política pública que no depende del estado, depende de la federación”, señala Castro Ríos.
La desaparición del programa de concurrencia, detalla, implica que los productores no tendrán una ventana para gestionar recursos a través de proyectos que transformen la actividad primaria a actividades secundarias, lo que que da valor agregado a sus productos.
Hasta ahora, agrega, también se desconoce el monto de los recursos que el gobierno oaxaqueño recibirá a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) para destinar a actividades del sector productivo primario.
La Sader, indica, este año sólo contará con mil 500 millones de pesos para aplicarse en todo el país “en lo que se pueda hacer” y que, en opinión de la funcionaria, debe enfocarse en la comercialización con el exterior de los productos primarios y en temas de sanidad.
“Cuando se pierdan los recursos para sanidad, México cierra fronteras con todo el mundo porque una de las condiciones para exportar es que tengas los certificados. México tiene 64 cadenas productivas, en Oaxaca tenemos 50”.
"Desmantelamiento".
Para el presidente de la Central Independiente de Obreros, Agrícolas y Campesinos (CIOAC), Sebastián López, el gobierno federal ha pretendido disfrazar los recortes como una “política de ahorro”, en realidad obedece al desmantelamiento de las instituciones: “La Sader tiene un programa de innovación tecnológica que era operado por 56 trabajadores; el actual gobierno despidió a 50, lo que dificulta su operación”.
Agrega que al no poder aplicar los recursos, éstos se reintegran a la Federación bajo un supuesto ahorro: “Crearon una burocracia alterna que han llamado servidores de la nación, que no contribuyen al funcionamiento de las instituciones”.
La Sader tiene un programa de innovación tecnológica que era operado por 56 trabajadores; el actual gobierno despidió a 50
En el caso de la Sedapa, el presupuesto que se le asignó para 2020, por un total de 272.7 millones de pesos, apenas alcanzará para cubrir el salario de su personal.
Para cubrir salarios y prestaciones laborales de 990 trabajadores sindicalizados; 110 entre los de confianza, mandos medios y superiores, la dependencia a cargo de Castro Ríos destina 270 millones de pesos.
Por ello, la secretaria estatal considera que debe ponerse sobre la mesa la posibilidad de reducir el número de trabajadores de la Sedapa; propuesta, explica, que debe analizarse entre la Secretaría de Administración del Gobierno de Oaxaca y el Sindicato de los trabajadores del gobierno del estado.