Lo primero que Rosario M. pregunta es si se aplicará en todo el estado. Tras recibir una respuesta afirmativa esta comerciante de 36 años y originaria de los Valles Centrales de Oaxaca guarda silencio unos instantes y luego habla convencida.
“A mí me parece lo mejor. A veces no hay forma de controlarlos y a escondidas se van a la tienda a gastarse todo en golosinas”, dice sobre la dictamen que ayer aprobaron los diputados oaxaqueños y por el cual se prohíbe la venta directa de productos con alto contenido calórico y de bebidas azucaradas a menores de edad.
Rosario sabe de los que habla. Desde muy pequeña su hija Azucena ha luchado con el sobrepeso y ahora, a punto de cumplir 15 años, la jovencita lleva meses a dieta gracias a los cuales ha bajado tres kilos.