Su soledad la pasa por 50 minutos en el restaurante del hotel “Los Laureles”, de San Felipe del Agua. Sí, el mismo en que la víspera, el ex gobernador Ulises Ruiz habló de sus aspiraciones políticas y recibió reclamos de la Sección 22.
A ratos cruza los brazos; a ratos revisa su teléfono celular. Un café, su acompañante. Se lleva la mano a la barbilla, contempla el matutino sol que da al jardín del hotel de lujo. Un tema parece preocuparle: los pleitos con la desaparición del Consejo de la Judicatura. Cruza los brazos; los pone sobre la mesa; atisba.
Por fin Raúl Bolaños Cacho Guzmán recibe una llamada telefónica, a eso de las 9:30 de la mañana, de alguien que lo dejó plantado.
--Ah, sí, no te preocupes amigo. No te preocupes, te entiendo.
--…
--Sí, sí, pero no tiene problema (caso Consejo de la Judicatura). Ya hablé con Nieves (diputada María de las Nieves García). Dice que no hay problema, sólo hay que esperar los plazos. Son patadas de ahogado, no pasa nada.
--...
--Sí, está bien amigo, está bien. Nos vemos a las cinco en mi casa. Como sé que eres puntual, ahí estaré para que platiquemos del tema.
Termina su llamada de tres minutos. Va al sanitario. Regresa, llama al mesero.
“Por favor unos huevos revueltos, a la mexicana; que sea rápido, ya me tengo que ir”. Devora el desayuno, paga la cuenta y se va. Bolaños Cacho se retira con su soledad. A esperar el desenlace del pleito con Alfredo Lagunas Rivera.