Esta segunda edición del primer libro del escritor juchiteco es editado en inglés por la editorial Literalia, y lo sitúa en su sección de literatura de ficción indígena. La lingüista Rosemary Beam de Azcona fue encargada de esa traducción, con una presentación del académico Alberto Quintero Soriano, y un prólogo de la novelista Carmen Boullosa.
Para presentar el libro de su colega Víctor Cata, la también poetisa mexicana toma cierto extracto de su libro y lee: “Transcurre entre la casa y el monte, entre la aldea y el campo de cultivo, entre el humano y el diablo, el santo y el río, el árbol y el animal. Todo lugar, ser u objeto es de condición animada (“El cielo recogió su enagua de luciérnagas y apagó la luna”), respira de una atmósfera común, o no respira y se asfixia al unísono con sus pares.”
“Bellamente escritas, las diez historias que componen este libro narran el presente y futuro de los zapotecas, ambos tiempos habitados por el recuerdo de sus tradiciones. A pesar de su aparente particularidad, cada historia es una obra de extraordinaria universalidad y creatividad que nos recuerda continuamente que somos solo palabras; somos solo los recuerdos almacenados en la cabeza de otras personas”, expresó.
Para esa ocasión, hace 13 años, el ahora fallecido escritor también originario de Juchitán, Matus, señaló lo siguiente: “Los abuelos viven contando historias, narrando testimonios escuchados , recreados o inventando nuevos escenarios y personajes para que la palabra no quede en el olvido y permanezca en un movimiento de péndulo perpetuo frente a la oralidad y la memoria…Víctor Cata es heredero palpable y fiel de dicha condición humana”.
Su formación académica comenzó con una licenciatura en Historia en la UNAM, siguiendo con una maestría en Lingüística Indoamericana en el Centro de Investigaciones en Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Ha publicado dos obras en versión bilingüe (zapoteco – español) : Nácasinu diidxa / Sólo somos memoria y Libana, este último libro es una documentación de los textos rituales que usaban los zapotecos en las bodas tradicionales que tiene el mérito de mostrar en la traducción literaria la riqueza del lenguaje zapoteco.
También tradujo una antología de la literatura mexicana contemporánea del siglo XX al XXI llamada Ti be’za’diidxa’ xti’ binni Zaguita, publicada por la editorial El Ermitaño. Además, posee varias obras en prensa, como la traducción al zapoteco del cuento "Luvina" de Juan Rulfo, así como el cuento de León Tolstoi Cuánta tierra necesita un hombre, tomado de la versión de Telma Ancira.
Desde el 2012 hasta el 2017 fue invitado en repetidas ocasiones por el Instituto Smithsoniano para colaborar en un programa para el análisis de la lengua zapoteca en el Museo Nacional de Historia Natural, en Washington, D.C. También fue invitado por la Universidad de Yale y la Universidad Estatal de California en Los Ángeles para hablar sobre la literatura y la cultura zapoteca.
Fue ganador de la medalla Andrés Henestrosa otorgada por el Congreso Estatal de Oaxaca por su labor en defensa de la lengua y la cultura zapoteca. Tradujo el capítulo 40 del Quijote de la Mancha, mismo que apareció en el libro El Quijote Universal. S. XXI, editado por la Universidad Complutense de Madrid, en 2016.
En el 2019, la Secretaría de Cultura del Gobierno de Chihuahua le entregó el estímulo “Rai'íchali Tibúame, Guardián de la Palabra”, que por primera vez se otorga a un promotor de las lenguas indígenas ajeno a ese estado. Y en 2019 ganó el premio de Literatura Indígena Cenzontle 2019.