Rolando Soto García, vicepresidente en Oaxaca de la asociación en el estado, consideró que, como sucede en el programa de pavimentación de caminos rurales, en el de escuelas los padres de familia y directivos no cuentan con especialización para realizar las obras.
Esta situación, explica, podría derivar en que los tutores no apliquen las técnicas adecuadas de construcción y asuman las responsabilidades que derivan de realizar una obra pública.
Según Soto García, la mayoría de las escuelas dañadas por el sismo del 7 de septiembre de 2017, en la región del Istmo de Tehuantepec, resultaron dañadas porque fueron construidas por autoridades locales sin especialización.
“Un 80% de las escuelas que se cayeron en el Istmo, la mayor parte fueron hechas por los municipios, por los comités, y no tuvieron una asesoría, no tuvieron una normatividad”, reitera.
Además, señala que las medidas del gobierno federal representan casi la extinción para el sector empresarial de la construcción, debido a que, al ser excluidos de estas obras, se han quedado sin proyectos de infraestructura carretera y educativa, a los que se dedican desde hace 20 años.
La AIAM en Oaxaca denuncia que, con el nuevo gobierno federal, las 80 empresas que la conforman se han quedado sin proyectos de obra pública, lo que ha estancado su economía y generado desempleo en la entidad. Por estas afectaciones, la asociación solicita al Presidente que sea sensible con este sector de la sociedad.
“Entendemos que hay pobreza, y se tiene que combatir, pero tiene que ir de la mano con todos los sectores, de esa manera no va a crear desigualdad. Ahora, sí se enfoca sólo a dos sectores de la población, los demás quedamos desprotegidos”, expresa Ramón Mata Peña, consejero de la AIAM en Oaxaca.
El presidente López Obrador anunció recientemente el programa La Escuela es Nuestra, con el cual impulsará el mejoramiento de planteles y, para ello, destinará directamente los recursos a los comités de padres de familia.