Jorge López detalló que el pasado 15 de julio la Secretaría de Salud federal emitió un decreto en el que se establece que la captación de información estadística y geográfica es una actividad en esencial en el país, por la cual se generan datos que permiten la toma de decisiones.
Tras su suspensión, las encuestas que se retomaron son la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en la cual se estableció una estrategia de realizarla vía telefónica, pero tras ese decreto, los encuestadores regresarán directamente a los hogares.
De la misma manera, se reactivará la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (ENVIPE), que mide la inseguridad a partir de la percepción de los ciudadanos; así como la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH), insumo principal del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para medir la pobreza en el país.
Mientras que en lo referente a los establecimientos comerciales, dio a conocer que se levantarán encuestas específicas para conocer las empresas. En septiembre se medirá la densidad de los negocios locales para compararla con la que existía en el año 2019.
“Con la cual [a partir de la encuesta de densidad de negocios comerciales] queremos saber si los establecimientos que estaban en 2019 siguen en este momento, realizando alguna actividad económica. Esto nos va a permitir, digamos, conocer el efecto de la pandemia en los establecimientos económicos, para saber si han abierto, si se siguen manteniendo, o han tenido que cerrar”.
En la reactivación de los trabajos en campo, Jorge López Guzmán estimó que participarán alrededor de 200 personas en el levantamiento de las encuestas.
“Justamente lo que queremos es que la sociedad entienda que el trabajo estadístico se convirtió en una tarea esencial, como la industria alimentaria, de salud, de seguridad, que nunca pararon. Ahora también nosotros somos un trabajo esencial y por eso estamos yendo a las viviendas”, comentó.
Entre las medidas sanitarias que se consideran para los encuestadores del INEGI en su reactivación dentro de la nueva normalidad, el funcionario especificó que disponen de gel antibacterial, cubrebocas y una careta, como lo establece el propio decreto del pasado 15 de julio, y deberán guardar la distancia de 1.5 metros con el informante.