Aumentaron 887% transferencias de subsidios a Oaxaca en 2017
La cifra es en comparación con los recursos del ramo 23 “Provisiones Salariales y Económicas” recibidos en 2011
La transferencia de subsidios federales al estado de Oaxaca aumentó un 887 por ciento en el año 2017, en comparación de lo que recibió en 2011, y es la sexta entidad del país con mayor dinero público recibido del ramo 23 “Provisiones Salariales y Económicas”, según la organización México Evalúa.
Mientras que en 2011 recibió 330 millones de pesos, en 2017 la cantidad fue de dos mil 928 millones de pesos en 2017, por debajo del Estado de México (8,601 mdp), Michoacán (3,879 mdp), Guerrero (3,831 mdp), Ciudad de México (3,564 mdp) y Chiapas (3,328 mdp).
Oaxaca también se colocó entre los estados del país que recibieron recursos de este ramo a través de sus diferentes fondos por encima del promedio nacional que es de mil 830 millones de pesos. México Evalúa, sin embargo, advirtió una inconsistencia entre el gasto ejercido y su presupuesto aprobado, misma que no es explicada y justificada apropiadamente en los documentos públicos.
“Ahora los nuevos datos muestran que el gobierno federal ha seguido gastando más y de manera diferente a lo que aprueba el Congreso, y que las diferencias son incluso mayores.
Además, hemos observado que esta situación tiene efectos negativos en la calidad del gasto público: gran parte del gasto adicional se ejerce a través de una bolsa de dinero llamada Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas, la cual se mantiene sin una regulación apropiada”.
A través de algunos fondos de este Ramo, explica, se transfieren recursos a gobiernos locales, los cuales presentan un riesgo elevado de ser usados para premiar o castigar a dichos gobiernos; es decir, para el control político.
En la investigación se analizó el uso de las transferencias de recursos públicos hacia figuras discrecionales de gasto como son los programas de subsidios del Ramo 23.
“Específicamente, estudiamos los datos del gasto de programas presupuestarios que no cuentan con reglas de operación y exhiben un gasto de tamaño considerable que en su mayoría no fue autorizado en el Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación del año correspondiente”.
La organización México Evalúa asegura que la asignación de estos recursos se hace sin contrapesos y queda a criterio exclusivo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP): “cuánto se gasta, a quién se le da, por qué, cuánto y cuándo”.
Los datos sugieren, sostiene, que con frecuencia la objetividad esperada en las asignaciones entra en conflicto en tiempos electorales.
“Revelan que los recursos repartidos a través de los tres programas más discrecionales del Ramo 23 con frecuencia han tenido comportamientos sujetos a interpretaciones políticas. En varios momentos, estas transferencias han favorecido a gobernadores pertenecientes al mismo partido que el Ejecutivo Federal, situación que se observó tanto en la última administración panista como en la actual priista; en ambas durante el año previo a una elección presidencial”, señala.