Sección 22 y organizaciones llaman a una mesa de diálogo ante “clima de violencia” en Oaxaca
Las asociaciones recordaron casos de violencia como el feminicidio de Alma Itzel en la Mixteca, el asesinato del líder del FPR y la masacre de 15 ikoots en San Mateo del Mar
Oaxaca de Juárez.— Docentes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajar de la Educación (CNTE), junto con integrantes de organizaciones sociales, exigieron una mesa de diálogo con el gobernador Alejandro Murat, ante lo que calificaron como un clima de inseguridad en la entidad.
Dirigentes de las organizaciones aseguraron que la entidad atraviesa un panorama de inseguridad y falta de justicia, que evidencia la inacción de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por lo que señalaron que son incapaces de sostener la gobernabilidad.
Recordaron casos de violencia como el asesinato de Armando Zenón en el Centro Histórico de la ciudad; el feminicidio de la joven Alma Itzel de 21 años, en Santa Cruz Itundujía, en la región Mixteca; el asesinato del líder del Frente Popular Revolucionario (FPR), Tomás Martínez, en agosto pasado; la confrontación entre organizaciones del pueblo triqui y la masacre de 15 ikoots en San Mateo del Mar, en el Istmo de Tehuantepec, entre otros.
Ante ello, convocaron a distintos sectores sociales y pidieron una reunión con los representantes de los tres poderes.
“Hacemos un llamado al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, para establecer diálogo público y urgente con el único tema que es seguridad y justicia para los pueblos de Oaxaca”, pidieron.
Mientras que hicieron un llamado fraterno a organizaciones, colectivos, defensores de derechos humanos, pero sobre todo a víctimas de esta situación, a acercarse y “construir lazos para detener de manera organizada los embates de la crisis que el sistema que deja a su paso miseria y muerte”, señalaron en un pronunciamiento.
Los convocantes no descartaron movilizaciones en el marco del Cuarto Informe de gobierno este domingo, pues señalaron que Oaxaca se ha vuelto un estado violento para activistas, además de que no no existen mecanismos de justicia para presos políticos.