A Godofredo Solís Calixto le brota el optimismo en cada paso, en cada movimiento y en cada palabra. Camina con la ayuda de dos muletas desde hace 17 años cuando perdió su pierna derecha. Su cintura la recorre un hilo sobre el cual cuelgan más de una decena de pulseras y sobre el hombro, bolsitas de tejido que él mismo elabora para venderlas en el centro de la ciudad de Oaxaca.

Sobre su cuello pende también una tarjeta que lo acredita como  presidente de la asociación civil Discapacitados Unidos por una Integración Social de Oaxaca, la cual fundó hace unos 14 años y con la que se ha dedicado a defender a comerciantes  de la vía pública que padezcan  alguna discapacidad. Además, a través de ella realiza diferentes gestiones para este sector de la sociedad.

“Los derechos humanos de las personas con discapacidad han sido violentados y  lo siguen siendo, principalmente por las autoridades y su abuso de poder”. Razón por la que, asegura,  fundó la asociación.

En su organización  están agremiadas un total de 85 personas con alguna discapacidad; de las cuales 30 trabajan como comerciantes en la vía pública del centro histórico, entre los que se encuentran personas con discapacidad visual y motora, principalmente; algunos cantan y otros venden. Lo que tienen en comunún es que todos forman parte del 24.9% de oaxaqueños que han sido discriminados, según  del  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 En su caso estos malos tratos se presentan en hostigamiento constante y  decomiso de su mercancía por inspectores municipales, pese a que cuentan con permiso desde hace más de 10 años.  

“Mientras que el comercio en las calles del centro crece todos los días sin que nadie les diga a nada, a nosotros los inspectores no nos dejan ni sentarnos un rato a descansar. Mi gente tiene derecho a descansar porque es muy cansado caminar todo el día”, comenta Solís Calixto.

Según el  Inegi, en Oaxaca más de 227 mil personas tienen dificultades para realizar actividades  básicas  cotidianas (discapacidad), que representan un 6%  de la población estatal. La tasa de participación económica de la población con discapacidad es  de 31%, cuando la media es del 52.3%.

 Luchan por ser escuchados 

Godofredo  nació en Luis Acatlán, Guerrero,  a los 17 años llegó a la ciudad de Oaxaca. Sin embargo, fue hace 17 años que perdió la pierna tras sufrir impactos de bala en la rodilla. Por esa situación conoce en carne propia lo que viven los comerciantes  con discapacidad  que laboran en la vía pública y que son víctimas constantes de persecución, algo que, dice,  no es nuevo, pero que continúa en la administración del morenista  Oswaldo García Jarquín.

Por ello, desde hace más de un mes han solicitado una audiencia con el presidente municipal de Oaxaca para denunciar el acoso constante de parte del jefe de inspectores, pero no han tenido ninguna respuesta; también se han reunido con el director de Comercio en la Vía Pública, José Luis Rueda, quien argumenta que se trata de “una limpia” (de comerciantes) en el centro de la capital.

Godofredo advierte que,  de no haber respuesta, este semana marcharán hasta sus oficinas para  ser atendidos: “Tiene años que vienen con lo mismo  de que van a hacer una limpia de ambulantes, pero qué pasa en esta administración,  sé que tiene conocimiento [el edil] de que se están vendiendo los espacios,  calles y  banquetas, en complicidad con su gente”, dice. A su vez, el ayuntamiento asegura que ningún intengrante de la organización se ha acercado a la autoridad municipal. 

 Mientras continúa su lucha contra lo que considera  discriminación y abuso de autoridad contra las personas con discapacidad, al mismo tiempo recorre las calles del andador turístico ofertándo las bolsas que elabora mediante tejidos.

“Yo prefiero ganarme la vida de esta manera y que la sociedad me apoye, pero a cambio de mi trabajo,  mostrarles que no es sólo pedir, que  se puede trabajar y ser útil. La discapacidad no está en el pie, está en la mente”, finaliza.