Alistan fase 4 para ampliar red hospitalaria, si no se frenan contagios de Covid-19

Cambio a semáforo naranja, hasta que decenso de casos se mantenga; hasta la siguiente semana se observarán resultados del aislamiento voluntario

Foto: Edwin Hernández
Estatal 14/06/2020 10:21 Oaxaca Fernando Miranda Actualizada 10:21

Un día antes de que se termine el periodo de 10 días de “aislamiento total” voluntario al que convocó el gobernador Alejandro Murat, como una estrategia para mitigar el contagio de Covid-19 en la entidad, la cifra de contagios ha alcanzado niveles máximos y aún no muestra un descenso, por lo que es necesario esperar una semana más para saber si este esfuerzo ayudar a contener la pandemia en Oaxaca. 

De acuerdo con Juan Carlos Márquez Heine, subdirector de los Servicios de Salud (SSO),  en Oaxaca la pandemia ha alcanzado lo que se espera que sean picos máximos en el número de contagios, como los reportados este viernes que sumaron 261 y 38 muertes en 24 horas; sin embargo, en lugar de descender, el comportamiento indica que la curva se mantiene en una especie de meseta, razón por la cual la entidad permanece entre las 16 que seguirán en semáforo rojo, es decir con el mayor riesgo de contagio, según el gobierno federal.  

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario explica que desde hace dos semanas el número de contagios de coronavirus indican que la curva está alcanzando su punto más alto y se ha mantenido en esos niveles. 

“Calculamos un pico en las dos semanas pasadas que terminaron y ahora vemos cierta estabilización, cierta meseta. Estamos en una tensa calma”, detalla. 

El subdirector asegura que será hasta el próximo fin de semana cuando comiencen a observarse los resultados del periodo de aislamiento convocado del 5 al 10 de junio, pues es el periodo de incubación del virus. “Los resultados de esta invitación a que guardemos cuarentena de manera voluntaria estaremos viéndolos  en 15 días a partir de que empezó”, detalla. 

Para determinar el éxito o fracaso de dicha medida, Márquez Heine señala que se tomarán en cuenta tanto el número de nuevos ingresos hospitalarios como el de casos nuevos confirmados; sin embargo, serán las cifras de decesos las que sirvan como principal indicador. 

“Las defunciones es nuestro dato más duro. Tanto en los casos nuevos como en hospitalizaciones puede haber números que no se están contando, porque o no se hicieron el estudio o no quisieron salir de casa; o en el tema de hospitalizaciones, tal vez se internaron en otro estado o de plano no se hospitalizaron, por eso   la variable dura son la cantidad de defunciones”, explica.  

Semáforo rojo 

Ante la permanencia de Oaxaca en semáforo rojo, es decir en el máximo riesgo de contagio, el subdirector de los SSO señala que no es posible por el momento hablar de un horizonte en el tiempo en el que esta situación podría cambiar en la entidad, pero confía que tanto el aislamiento voluntario como los filtros sanitarios instalados en las comunidades indígenas en el estado han ayudado a reducir la movilidad. 

“Mientras no salgamos completamente desbocados y mantengamos el uso de cubrebocas y el lavado de manos, el índice del contagio se mantendrá dentro del rango controlable (...), pero si llegara a salir la gente como si nada, sin ningún tipo de protección y sin el tema de la sana distancia, no habrá sistema de salud que aguante, ni en Oaxaca ni en el mundo; este es un proceso escalonado”, advierte. 

El cambio de color en el semáforo, añade, se dará cuando se comience a ver no sólo una meseta, sino un descenso en el número de casos, sobre todo en el de pacientes hospitalizados.

“El cambio se dará cuando se empiece a ver una disminución de casos nuevos, activos y hospitalizados y cuando comencemos a abrir y a ser más laxos en el tema de la movilidad y veamos que se mantiene con esa tendencia a la baja; será entonces cuando se valorará la opción de cambiar el color del semáforo”. 

Siguiente escenario 

Pero si este cambio en el semáforo no llega pronto y el confinamiento voluntario de 10 días no logra frenar el número de contagios, especialmente en la Jurisdicción Sanitaria 1, Valles Centrales, en en donde se localiza la capital y su zona conurbada, epicentro de la pandemia en el estado, los Servicios de Salud aún contemplan una cuarta fase para extender la red hospitalaria que atiende a los pacientes graves de Covid-19.

Juan Carlos Máquez Heine explica que de ser necesario, se readaptarían más espacios hospitalarios y se echaría mano de centros de Salud ampliados y reconvertidos en unidades para la atención del virus, lo que correspondería a la última etapa del proceso escalonado de adecuación de la red hospitalidad para Covid. No obstante, señala que por el momento todas las unidades Covid-19 están recibiendo pacientes. 

“Cuando empezamos la pandemia comenzamos habilitando una red de 25 hospitales en las seis jurisdicciones sanitarias. Observamos cuáles tenían especialistas, buen número de camas y capacidad para recepción, vigilancia y manejo de pacientes”, señala. 

El funcionario dice que al ser la Jurisdicción número 1 en la que se han concentrado los contagios, en ella es en la que se han ido observado las diferentes fases de la ampliación de la red hospitalaria. Mencionó, por ejemplo que al inicio de la pandemia se reforzaron dos hospitales el Regional de Alta Especialidad (HRAE) y el de la Niñez Oaxaqueña, a los cuales se les dotó de insumos de protección personal y equipamiento especializado como ventiladores.

Al aumentar el número de casos y comenzar a saturarse los hospitales, se abrió “la segunda  línea de defensa”, que consistió en reconvertir al Hospital Civil Aurelio Valdivieso, y arrancar las operaciones del Hospital de la Mujer y el Niño Oaxaqueño, a cargo del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

La tercera fase correspondió al inicio de operaciones de dos hospitales más, el Militar de Santa María Ixcotel, y uno móvil colocado enfrente del de la Mujer y el Niño oaxaqueño. 

“Así hemos ido ampliando la capacidad hospitalaria para no vernos saturados. No era nuestra idea llegar y abrir todos al mismo tiempo, y diluir los esfuerzos; se ha realizado un proceso escalonado”, finaliza.

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