El INAH reseña que en septiembre de 2017 ocurrieron dos eventos relacionados con la actividad de la placa de Cocos, pero con características diferentes a los típicos sismos de subducción.
El primero ocurrió el 7 de septiembre, con epicentro afuera de la Costa, en los límites entre los estados de Chiapas y Oaxaca, con una magnitud de 8.2 grados Richter, que causó daños importantes en la zona costera de los dos estados, sobre todo en los templos y en las viviendas de adobe o de mampostería de piedra, apunta.
El gobierno federal indicó que las tareas de reconstrucción serán de índole participativo, a fin de que las propias comunidades se sumen a las labores con el objetivo de contar con personal capacitado en rehabilitación, conservación y arquitectura tradicional, que den mantenimiento a dicho patrimonio. Advirtió que de haber contado con un programa permanente de conservación, todos los inmuebles afectados hubieran sido dañados por los sismos en menor medida.