Empresarios elevan precios de productos días antes del “Buen Fin”
La iniciativa está endeudando a los hogares mexicanos y eso no es sano para ninguna economía, asegura el INEGI
Las empresas y comercios que participan en “Buen Fin” incrementan los precios de los productos una quincena antes de la fecha en que se lleva a cabo esta iniciativa y en consecuencia, los descuentos que ofrecen son engañosos, según reveló un estudio realizado por la delegación regional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con sede en la ciudad de Oaxaca.
El análisis realizado también mostró que sólo en siete de las 14 mercancías que más se compran en estas fechas en la capital oaxaqueña bajaron ligeramente su precio normal y en el resto, es decir, el 50 por ciento, incluso aumentaron su costo.
Estos datos se desprendieron de la información arrojada por las variaciones que muestra el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de los años 2011 al 2016, que también elabora el INEGI.
El “Buen Fin” surgió en el año 2011 a iniciativa del Gobierno Federal y de empresarios y comerciantes mexicanos con el fin de mejorar las oportunidades de compra para el consumidor, impulsar la actividad productiva, generar empleos y fortalecer el mercado interno.
Incluso algunas dependencias del sector público adelantan una parte del aguinaldo de los trabajadores, para propiciar el consumo.
Los resultados presentados por el INEGI detallaron que las ventas durante esta actividad que dura tres días, ha tenido un crecimiento sostenido. En el 2011, se obtuvieron ventas por 39 mil 800 millones de pesos; en el 2012 de 5 mil 800 millones de pesos, en el 2013 de 68 mil 900 millones de pesos, en el 2014 de 72 mil 700 millones de pesos, en el 2015 de 80 mil millones de pesos, en el 2016 de 89 mil 900 millones de pesos y se estima que este año serán de aproximadamente 100 mil millones de pesos.
El Sistema de Administración Tributaria (SAT), también para promover el consumo, ha ofrecido devolver a los consumidores que salgan sorteados o premiados hasta 500 millones de pesos en total; apenas un 0.5 por ciento de las ventas de los empresarios.
Uno de los datos relevantes que arrojó el estudio, es que en el 2016 el 40.1% de los consumidores adquieren productos en “El Buen Fin” con el uso de tarjetas de crédito ya sea de alguna institución bancaria o de la propia cadena comercial, es decir, un total de 36 mil 27 millones de pesos; el 38.1% pagó en efectivo o de contado 34 mil 302 millones de pesos, con tarjeta de débito se pagaron 19 mil 394 millones de pesos y con Fonacot 195 millones de pesos.
David Esau Pérez Montiel, subdirector de Integración y Análisis de Información del INEGI, explicó que esto significa que la iniciativa está endeudando a los hogares mexicanos y eso no es sano para ninguna economía.
“A través de las compras con tarjetas de crédito, los hogares están adquiriendo compromisos económicos con dinero que todavía no ganan, y que podría ocasionar el aumento en la cartera vencida y el acoso de las instituciones bancarias hacia los consumidores”, dijo.
Según el estudio, por ejemplo, en la segunda quincena de octubre los productos tienen de 0.05 y en la primera quincena de noviembre la variación sube hasta 1.00; mientras que en la quincena en que se desarrolla el “Buen Fin” baja nuevamente a 0.15. Es decir, con precios por arriba de lo que estaba en la segunda quincena de octubre.
En todos los años, los empresarios incrementaron sus precios en la primera quincena de noviembre muy por encima de los precios en los últimos días de octubre. Aunque, en los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016, el costo de los productos bajo ligeramente al valor en el que se vendían en octubre, el INEGI dedujo que las empresas están presentado descuentos falsos, engañosos o no en la proporción que afirman.
Por ejemplo, un producto que costara a finales de octubre 500 pesos, lo elevan hasta 750 pesos y en el “Buen Fin” lo bajan hasta 400 pesos. “La empresa te ofrece un descuento del 350 pesos cuando en realidad sólo te está rebajando 100 pesos”, detalló al mostrar los resultados del INPC. Este comportamiento del INPC también se registró en el caso de la ciudad de Oaxaca.
Es un engaño
El INEGI dio a conocer 14 productos de mayor consumo durante esta iniciativa y en el caso de la capital del estado en el año 2016, únicamente la mitad registró ligeras variaciones a la baja: vinos y licores, ropa, calzado, refrigeradores, computadoras, equipos y reproductores de audio y refacciones y accesorios automotrices.
En las mercancías que incrementó el precio fueron estufas, refrigeradores, licuadoras, televisoras y medicamentos. Las lavadoras de ropa, horno de microondas y reproductores de video, los precios se mantuvieron, es decir, ni bajaron en su costo ni aumentaron.
Incluso, es más barato comprar ropa y calzado en los primeros días de enero de cada año, que en el “Buen Fin”; mientras que el costo de los televisores y computadoras se mantiene a la baja durante todo el año.
Uno de los objetivos de esta actividad es generar empleos o abatir las tasas de desocupación, pero en el caso de Oaxaca según el estudio, el desempleo se mantuvo y sólo en el 2016 bajó ligeramente.
Pérez Montiel concluyó que el INPC sí refleja disminuciones en los precios de los productos en la segunda quincena de noviembre en la que se lleva a cabo el “Buen Fin”; sin embargo, apuntó que estas disminuciones no necesariamente significan un precio por debajo de su precio normal.
También advirtió que se están incrementando las compras a través de tarjetas de crédito “que no es sano para la economía de ningún país” y que se observaron incrementos en los ingresos por suministro de bienes y servicios del comercio al por menor y también, aunque en menor medida, en el personal ocupado.
El funcionario de INEGI recomendó no dejarse llevar por las promociones de mensualidades sin intereses porque “al final de cuentas estás adquiriendo una responsabilidad de pago a futuro que compromete tus ingresos” y advirtió que los bancos ofrecerán ampliar el límite de crédito con la intención de que los consumidores tengan más poder de compra.
Del mismo modo, recomendó comparar precios, adquirir productos que realmente se necesiten y revisar el presupuesto antes de tomar una decisión de compra.