Érika, la menor de edad que estaba embarazada y entró en coma hace 13 días, presuntamente por una negligencia médica, murió este miércoles dentro del Hospital Civil "Dr. Aurelio Valdivieso", ubicado al norte de la capital de Oaxaca.

Su madre, Felicitas Cabrera García, acusó al personal del centro médico a cargo de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), de incumplir con dar una atención médica adecuada.

"Estaba muy bien ayer, y resulta que hoy nadie me avisa que estaba agonizando, entré a la hora de la visita, no me querían decir nada, yo tuve que preguntarle a la jefa de Cuidados Intensivos y me confirma que a lo mejor era de hoy a mañana, me salgo y en cuestión de 12 minutos se paró supuestamente su corazón", declaró.

La madrugada del viernes 5 de octubre, la menor de 16 años de edad que ya pasaba la semana 36 de embarazo, se sintió mal, por lo cual acudió al centro de salud público en San Jacinto Amilpas, municipio conurbado a la capital del estado. Sin embargo, la doctora a cargo no la atendió porque presuntamente estaba bien de salud.

Pero horas más tarde, el estado de la menor de edad se complicó y fue llevada al Hospital Civil de la capital por su madre, donde supuestamente ya habría llegado en estado de coma.

Ese día los médicos le practicaron una cesárea para salvar la vida del bebé de Érika.

Por estos hechos, la madre interpuso una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), donde acusó al personal médico de negarle a su hija la atención médica adecuada.

Este miércoles tras su muerte, fue interpuesta una denuncia penal ante el Ministerio Público. El cuerpo de la menor aún no ha sido entregado a sus familiares.