“Deshacerse de una manera inadecuada de los medicamentos caducos o que ya no se ocupan, trae consigo graves problemas a la salud, al medio ambiente o inclusive pueden terminar en el mercado ilegal”, señala el supervisor.
Los contenedores que Singrem tiene en el estado están ubicados en tiendas de autoservicio, farmacias y unidades de salud públicas de cada región.
Los ciudadanos deben desechar sus fármacos caducos o sobrantes en los 68 contenedores que hay en Oaxaca y la organización los muestrea, traslada y envía a terceros que se encargan de destruirlos.
La importancia de esta labor, indica el supervisor de Sigrem Oaxaca, se debe a que “la ciudadanía oaxaqueña desconoce el fin adecuado que se le debe de dar a los medicamentos caducos, y varios ciudadanos admitien que sólo los tiran a la basura o al drenaje”, manifesta.
Los estados que encabezan la recolección de medicamentos caducos y excedentes son: la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco y Veracruz.
Mientras que las sustancias que más se han recolectado y destruido son: el Paracetamol, Diclofenaco, Loratadina, Ambroxol, Ácido Fólico, Naproxeno, entre otras.