Chjota Én Nima: voz mazateca que lucha e informa

Oaxaqueños que radican en CDMX crean bases del primer medio de comunicación exclusivo de su idioma y cultura.

El proyecto Chjota Én Nima se sostiene de los recursos que cada uno puede aportar; los jóvenes incluso usan en el dinero de sus becas de universidad o lo que ganan en pequeños trabajos, por lo que buscan apoyos.
Estatal 20/02/2019 19:10 Alicia Pereda Martínez Ciudad de México Actualizada 19:31

Jóvenes, aguerridos y orgullosos de sus raíces, los integrantes del colectivo Chjota Én Nima  hacen valer los derechos lingüísticos, políticos y de acceso a la información de  los mazatecos en la capital del país, donde el fenómeno de la  migración ha concentrado a más de 11 mil 800 hablantes de esta lengua materna.

A través de diversas plataformas, redes sociales y financiados únicamente con sus recursos, este grupo de seis jóvenes universitarios —que no rebasan los 30 años de edad— han tejido las bases del primer medio de comunicación online totalmente en mazateco.

Textos, cortometrajes, videos, audios, fotorreportajes, imágenes  e interactivos son realizados  en su totalidad en la lengua y con la visión de un equipo multidisciplinario, integrado por  quienes desde la cuna o por herencia pertenecen al “ombligo de la tierra”.

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Textos, cortometrajes, videos, audios, imágenes e interactivos son realizados en su totalidad en mazateco.

Además, la  línea editorial de este medio independiente  está orientada a promover el talento mazateco y generar crítica en torno a fenómenos sociales relacionados con las características de la población que migró a la capital del país.

“Por ejemplo, le dimos cobertura a la caravana de migrantes centroamericanos, porque nosotros, dentro de nuestro propio país, también dejamos nuestra tierra. Sabemos qué es estar lejos y ser discriminados por ello”, dice Carolina, reportera y traductora del equipo.

De la voz a la imagen. Chjota Én Nima  nació en 2006 como un proyecto de maestría en Comunicación del oaxaqueño  Luis García Martínez; sin embargo, el año pasado el equipo creció y poco a poco  se integraron Salvador Silva, estudiante de Sociología; Janet Cerqueda, gestora cultural y alumna de Derecho, así como la pedagoga Carolina García.

Además, son parte Marco Martínez, fotoperiodista y estudiante de la carrera de Química; así como  Juan Carlos Téofilo, alumno de la carrera de Medicina. Todos nacieron o tienes sus orígenes en diversas comunidades de la Sierra Mazateca.

“Nuestro objetivo es generar comunidad y  ser un medio de comunicación para los mazatecos. No es lo mismo enterarse de lo que sucede a través de los medios tradicionales, la lengua permite expresarse de manera más profunda y menos superficial”, comenta Salvador, quien  funge como el editor.

Según datos de  la Secretaría de Pueblos y  Barrios Originarios y Comunidades Indígenas, de la Ciudad de México, el cuatro grupo indígena con mayor presencia en la capital son los mazatecos. La gran mayoría dejó su tierra natal en busca de mejores oportunidades laborales y académicas.

Para todos. Aunque el público meta del proyecto son los mazatecos en la Ciudad, Chjota Én Nima  ha impactado también en los municipios de la región Cañada, como Huautla de Jiménez y Santa María Chilchotla, donde los oaxaqueños que habitan estas zonas  se enteran de los hechos noticiosos del momento en su lengua materna e  incluso, reafirman diversos aspectos de su identidad y cultura.

“Hablar de nuestras tradiciones, como los chaxo'ó (huehuentones) tiene que ver con presentar nuestra propia mirada al interior. Tiempo atrás, lo que se ha visibilizado de la sierra es la cuestión del consumo de hongos alucinantes o la  medicina tradicional, pero ha sido hecha desde la visión de la antropología o el periodismo externo”, comenta Janet, quien realiza gestiones para promover al colectivo.

“Con nuestras becas”. Para estos jóvenes el mayor reto  es el financiamiento de su proyecto, que actualmente se sostiene de los recursos que cada uno puede aportar. Asimismo, se encuentran en busca de espacios o programas culturales que puedan apoyarlos.

“Muchas veces usamos el dinero de nuestras becas de la universidad o lo que ganamos con  pequeños trabajos que realizamos”, comenta Marco, el fotógrafo y editor de video del grupo.

Así, con sus diversos  conocimientos al servicio e incluso su propio equipo tecnológico, estos jóvenes se han convertido en editores, traductores, reporteros, conductores, gestores, fotógrafos y sobre todo voceros de una necesidad imperante: contar el mundo desde la cosmovisión indígena

Actualmente, los jóvenes tienen en puerta dos proyectos a corto plazo, uno es un cómic sobre la vida en la comunidad, que está en busca de un financiamiento. El otro consiste en una guía de museos en la capital de país.

“Tenemos el proyecto de hacer una guía de museos sobre algunas exposiciones que están relacionadas con la mazateca; todo sería en la lengua. Queremos facilitar, generar vínculos y fortalecer la identidad”, recalca Janet.

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