El timbre del celular suena insistente. Al tomar la llamada, el diálogo inicia con el acostumbrado saludo y luego continua con una pregunta que, pese a su amabilidad, nadie quisiera tener que contestar:>>
—¿Sí ha notado nuestra presencia?... somos del Cartel Jalisco Nueva Generación. A mí que queda claro que usted ha escuchado de nosotros mediante el periódico o la televisión.> La respuesta es una apenas tímida confirmación: —Ajá.> Inmediatamente después, el hombre va directo al asunto con su interlocutor:> —Mire, para no darle tanta vuelta, aquí el señor gobernador nos pide consideración para el negocio, respeto y que no le armemos ahí a los empleados, verdad, porque nosotros venimos retomando el municipio y otros más de aquí de Oaxaca. ¿Sí me escucha?> Del otro lado del teléfono se escucha la respuesta: —Sí.> —Yo creo que usted y yo nos podemos entender como la gente, ¿verdad?, para no tener que acercar ahí a mis hombres. Nos podemos hablar como la gente que somos. ¿O hay necesidad de que ingresen mis hombres ahí a avenida 16 de septiembre?, usted dígame, continúa el extorsionador.>>
La llamada es una de tantas de las que recientemente son víctimas decenas de comerciantes oaxaqueños. Ésta en particular ocurre en Ocotlán de Morelos, un municipio situado en los Valles Centrales.>>
Los comerciantes que reciben estas llamadas son amenazados con incendiar sus negocios, ser secuestrados o asesinados ellos o algún integrante de su familia, en caso de no pagar la cantidad de dinero que les solicitan.>>
En el mejor de los casos, al negarse a pagar, el extorsionador les recomiendan que mejor se vayan del municipio con todo y familia.>>
De acuerdo con los testimonios obtenidos por EL UNIVERSAL, los extorsionadores sostienen pertenecer al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y estar coludidos con autoridades estatales a los más altos niveles. Así explican cómo es que tienen en su poder los números de celular de los comerciantes, sus datos personales, así como números y direcciones de sus familias y negocios.>>
Entre 2017 y 2018 las extorsiones telefónicas se incrementaron 32%, según las carpetas de investigación abiertas por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO). En número absolutos, se iniciaron 25 investigaciones en 2017 y 33 en 2018.>>
Nueve carpetas de investigación se judicializaron de 58 abiertas por la fiscalía.
De estas 58 carpetas de investigación sólo nueve se judicializaron, se libró una orden de aprehensión y 11 personas fueron detenidas en flagrancia, por lo que fueron vinculadas a proceso; además, se obtuvieron cuatro sentencias condenatorias contra los responsables.>>
Si se toman como referencia las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP), el incremento es aún mayor, pues alcanza 62.5%, al pasar de 80 denuncias interpuestas ante la FGEO en 2017 a 130 en 2018.>>
A ellas se suman otras 91 denuncias que se presentaron de enero a agosto de 2019 ante la Fiscalía General, según el SESNSP.>>
Aún así, las denuncias y las carpetas de investigación abiertas son mínimas en comparación con las denuncias anónimas de personas que señalan haber sido víctimas de extorsión. Sólo en el primer trimestre de 2019 sumaron 4 mil 884 denuncias anónimas ante el número 089 de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO).>>
Pese a ello, el titular de la SSPO, Ernesto Salcedo Rosales, asegura a EL UNIVERSAL no estar enterado de las extorsiones a los comerciantes.
Las extorsiones telefónicas aumentaron 32% entre 2017 y 2018
“Mi sugerencia a quien esté siendo víctima de ese intento de extorsión es que acudan a denunciar a la Fiscalía General del Estado o, como lo he hecho en otras veces, poner a disposición de todos los ciudadanos mi número de contacto. Si alguien está siendo víctima que se ponga en contacto conmigo y tomar cartas en el asunto; dimensionar el origen de esa llamada o intento de delito”, agrega.>>
Afirma que como titular de la SSPO no ha atendido ningún caso de extorsión; contrario a cuando fue delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en Oaxaca, pero que todos los casos fueron “falsas alarmas”.>>
“He atendido llamadas de engaños telefónicos, de que un familiar está en problemas o de un grupo delictivo que amenaza con hacer algo. En mi experiencia, todos los casos que he atendido en mi anterior trabajo [en el CISEN] fueron falsas alarmas. Como secretario no me ha tocado atender ningún caso”. A pesar de ello, puntualiza que la mayoría de los casos de extorsión telefónica se registran en la capital del estado>>