El visitador de la DDHPO, Fernando Coronado Franco, explicó que el escenario para el Estado mexicano es difícil porque hay una violencia e inseguridad grave en las entidades del país, además de un proceso histórico de impunidad atribuida a las instituciones del Estado; con crímenes del pasado que no han sido resueltos y para los que no hay justicia.
“En este contexto la actuación de un órgano singular (singular por estar conformado mayoritariamente por miembros del ejército) representa un reto para el Estado, en un contexto de desaparición de personas, tortura, violaciones a derechos humanos y la ejecución de personas. La preocupación es porque la Guardia Nacional operará en este contexto”, dijo.
Estas facultades discrecionales, sostuvo, pueden convertirse en acciones arbitrarias como las que se han mencionado: detenciones arbitrarias, desaparición de personas, ejecuciones, violación de derechos humanos, tortura, etcétera.
“Hay que estar al tanto para que no se violen las libertades fundamentales y no se repitan las actuaciones arbitrarias. Dan facultades discrecionales en una línea tan delgada”, manifestó.
Pero además, puntualizó, que este nuevo organismo es una declaración de guerra a los pueblos indígenas para imponer los proyectos estratégicos en sus territorios que ni Peña Nieto ni Calderón pudieron lograrlo.
Uno de ellos, ejemplificó, es el Programa Nacional para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec; que además, como los otros proyectos estratégicos como el Tren Maya, entre otros, significan la “recolonización” del país para los intereses de Estados Unidos de América, los intereses de los capitalistas y del siete por ciento de la población que concentra la riqueza en el mundo.
“La Guardia Nacional no está hecha para frenar o contra el crimen organizado. Es que eso es tan evidente. La primera misión de la Guardia Nacional es hacer un muro en la frontera sur y norte del país que es lo que quería Donald Trump, en un acuerdo internacional de nuestro canciller francés (en tono sarcástico refiriéndose a Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores de México).
“Estamos siendo utilizados para los intereses electorales de Donald Trump… Estamos en un proceso de militarización, de guerra, de recolonización. Para eso usan las fuerzas armadas, el uso de la fuerza extrema en contra de la población”, dijo.
“La Guardia Nacional es una política muy congruente para la defensa de los Estados Unidos, de los intereses de los capitalistas. El gobierno de López Obrador está plagado de una defensa de los capitalistas con matices religiosos… Nunca hubiera imaginado este escenario”, sentenció el antropólogo de la ENAH-INAH, López Rivas.