Deudas y desabasto ahogan a los hospitales del Istmo

Los siete hospitales que tienen los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) en el Istmo de Tehuantepec están a punto del colapso: no cuentan con el abasto suficiente de medicinas, carecen de insumos y material de curaciones y no tienen recursos necesarios para saldar deudas con proveedores locales.

Este crudo diagnóstico es del médico Lorenzo Carrasco, dirigente de la subsección 2 del Istmo, que pertenece a la sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).

“En los hospitales ya enfrentamos el reclamo de los familiares de los pacientes porque se les pide que compren hasta los antibióticos, las jeringas, las gasas y los cubre bocas”, explica.

Lamentablemente, dice el doctor, no es una situación nueva y recuerda que durante todo el año pasado, las autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca “siempre respondían que no tenían dinero, cada vez que pedíamos el abasto oportuno de los medicamentos y la compra de reactivos para los laboratorios”.

Sin embargo, de acuerdo con el decreto de egresos de Oaxaca para el ejercicio fiscal 2019, el monto que se autorizó para la operación de los SSO fue de 4 mil 736 millones de pesos. “¿Dónde fue a parar ese dinero? ¿Por qué el titular de los SSO, Donato Casas Escamilla, sigue diciendo que no hay dinero?”, cuestiona el dirigente sindical, quien remata diciendo: “No se vale que se juegue con la salud de las familias oaxaqueñas”.

Los hospitales instalados en Juchitán, Ciudad Ixtepec, Salina Cruz, Santa Pedro Huamelula, Tehuantepec, María Lombardo y San Pedro Tapanatepec viven en la misma situación de precariedad. A todos les deben dinero, a algunos les adeudan como millón y medio de pesos, a otros menos, pero no cuentan con los fondos suficientes para atender a los pacientes.

Entre el jueves 9 y viernes 10 de enero pasado, los trabajadores del Hospital General de Especialidades, ubicado en el puerto de Salina Cruz, suspendieron el servicio médico en protesta porque los SSO no habían enviado los recursos para la compra de alimentos destinados tanto a  los pacientes como al  personal médico. 

El director de Atención Médica de los SSO, Erick Azamar Cruz, dijo que por instrucciones de Donato Casas Escamilla, titular de esta dependencia, ya se encuentra subsanada la falta de recursos para los alimentos de pacientes y personal de ese hospital en la región del Istmo.

De acuerdo con las denuncias que ha recopilado Lorenzo Carrasco, en todos los nosocomios del Istmo no hay medicinas: “Tenemos un abasto de 30% de medicamentos y si no nos surten, pues cómo vamos a atender a los pacientes.  Tampoco hay  material de curación ni  equipos para las cirugías”, declaró.

Los representantes sindicales de los centros de trabajo que forman parte de la subsección 2 del Sindicato de Trabajadores de Salud, revela el líder de este gremio, analizan la posibilidad de suspender todos los servicios de salud,  en caso de que se agudice el desabasto de medicinas y material de curación. Este paro de actividades podría darse a finales de enero.

“Se está pensando el escenario del paro, porque sabemos que va a perjudicar la economía de la gente, misma que se verá obligada a buscar el servicio médico de particulares, pero si no tenemos medicinas, insumos y material de curación, tampoco estaremos en condiciones de atender con calidad y calidez a  los pacientes”, explica el funcionario. 

Uno de los dos quirófanos móviles que se dieron en la entidad se quemó./ Foto: Especial

Por la mañana del pasado jueves 16 de enero, el área de laboratorio del Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, ubicado en  Juchitán, fue escenario de protestas y reclamos de los familiares de los pacientes que acudieron a solicitar exámenes clínicos: “Están cobrando muy caro y no tenemos dinero para pagar”, decían los inconformes.

El director del nosocomio, Juan Manuel Cruz Ruiz, dialogó con los pacientes y familiares, y les ofreció que por cada caso se realizará un estudio socioeconómico para que se determine el pago de una cuota de recuperación: “Se nos están agotando las jeringas y los reactivos, y si no cobramos esa cuota de recuperación, no tendremos dinero para comprar los insumos”, les dijo.

Crisis general

El lunes 12 de enero, el dirigente sindical de la subsección 07 del SNTSA, Alberto Vásquez San Germán, informó que el abasto de medicamentos e insumos para el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso” apenas llega a un 30%.

Pero el hospital civil no era el único que enfrentaba desabasto de medicamentos. El Hospital de la Niñez Oaxaqueña, a través de un grupo de doctoras y familiares de niños con enfermedades oncológicas, denunciaron también la falta de medicamentos para continuar con el tratamiento a los menores. Sin embargo, tres días después, el instituto recibió la primera remesa de ocho claves de medicinas, para los tratamientos de más de 300 niños y niñas que se atienden en este servicio. 

Luego deque el secretario de Salud estatal informara que el abasto de medicamentos en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña se encuentra en un 97% —siendo el nosocomio con mayor abasto de este tipo de medicinas en todo el sureste—, 

El abasto de medicamentos para las y los 350 pacientes oncológicos del Hospital de la Niñez Oaxaqueña “Doctor Guillermo Zárate Mijangos” se encuentra en un 97%, así lo informó en conferencia de prensa el secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, dijo también que el abasto de medicamentos para la red hospitalaria estatal se encuentra entre un 48 y 50%

Explicó que el Gobierno de Oaxaca hizo una compra de 20 millones de pesos en medicamentos, los cuales estarán llegando a la entidad en esta semana a través de un proveedor. 

Apenas el 12 de agosto pasado, el gobernador Alejandro Murat reconoció que los SSO enfrentaban un décit anual de mil 700 millones de pesos.

Ante este escenario, y la deficiencia en el sistema de salud estatal, el mandatario ha declarado "necesaria su federalización, para poder brindar el servicio que requiere la población". Sin embargo, algunos trabajadores de este sector no comparten el respaldo que ha brindado el gobernador al recién creado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), pues permanecen en la incertidumbre de si serán recontratados, o si habrá recursos para el pago de sus salarios.