Contagian pánico y desinformación por caso de Covid-19 en La Ciénega

La falsa noticia de que un contagiado y su  familia no estaban en aislamiento provocó la suspensión de  fiestas y eventos religiosos y cierre de comercios

Foto: Edwin Hernández
Estatal 21/03/2020 22:03 Juan Carlos Zavala La Ciénega Zimatlán Actualizada 15:30

Son las 12 del mediodía y las campanas de la iglesia tañen en un llamado a la misa  en honor a San José. La pirotecnia   truena y los mariachis se preparan. Poco a poco, no más de 50 personas se concentran en el curato de la iglesia, entre ellos los llamados “diputados” que se distinguen por vestir, en su mayoría, guayaberas color hueso.

Se trata de  la mayordomía en honor a  San José, festividad  que tradicionalmente se realiza en La Ciénega Zimatlán, municipio de los Valles Centrales que se encuentra a unos 40 minutos de la capital oaxaqueña.

Pero, a diferencia de otros años, en esta ocasión no hay vendimia ni  comerciantes frente a la iglesia. No hay música, ni juegos porque la autoridad municipal se vio obligada a cancelar esta fiesta   luego de que los habitantes se enteraron, a través de rumores   que en esta población se encuentra uno de los dos casos positivos al Covid-19 que hay en Oaxaca, enfermedad que se desarrolla tras contagiarse de coronavirus.

“Estaba programada una danza. Ahora, será sólo la misa y cada quien para su casa”, dice una mujer  unos momentos antes de que  suenen los mariachis. Inmediatamente después,   inicia la liturgia: “Dediquemos esta misa a nuestros enfermos”, dice el sacerdote.

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Foto: Edwin Hernández

La misa se realiza en el curato y no  dentro de la iglesia por recomendación de las autoridades sanitarias, que señalan que deben evitarse los lugares cerrados con gran concentración de personas para evitar la propagación del virus: “Mientras, ya pasaron a desgraciarnos a todos. La fiesta iba a ser en grande, ya no se hizo y es una pérdida para la gente que se dedica al comercio, está todo parado”, dice  Germán Ojeda, un campesino.


¿Falsa alarma?

Fue el domingo 15 de marzo, de acuerdo con el relato de los pobladores, cuando empezó a circular en redes   sociales y  a través de mensajes de  celular, que una de las personas infectadas con coronavirus en  el estado era habitante de este municipio y que ni él ni su familia  estaban siguiendo las indicaciones de aislarse por completo.

Ese día se vivieron  momentos de pánico en la población, pues se dijo que el hombre, que según autoridades  fue diagnósticado tras volver de una viaje a Nueva York, salía a pasear a sus perros, mientras que su esposa quiso asistir a la iglesia. Fue tanto el temor que se canceló la misa dominical y  comerciantes cerraron sus negocios para resguardarse en sus hogares.

El miedo  se prolongó hasta el lunes, cuando, en  un intento por dar información a  los habitantes, la presidenta municipal de La Ciénega, Concepción  Hernández Castillo,  difundió un video en el que denunció que los responsables de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) nunca le informaron oficialmente que existía  un paciente  positivo a Covid-19 en su municipio.

En el video, también explica que desconocía los rumores sobre la identidad del paciente o  que se tratara de  un hombre mayor de 60 años.

Por la tarde, la calma volvió a la población luego de que los habitantes tomaron este aviso de la autoridad municipal como prueba de que todo era falso. En unas horas, la gente volvió a sus actividades.

“Nos dijeron que fue una falsa alarma en los malditos teléfonos que decían que había un enfermo y nomás no… Con esa chingadera que dijeron ya valió gorro, hasta las fiestas se cancelaron. No se dan cuenta los gobiernos que le parten la madre a los comerciantes, a los campesinos”, reclama Germán Ojeda.


Se toman precauciones

Pese a que a los habitantes asumieron  desde el lunes que el caso era falso, las autoridades municipales, a través de sistemas de perifoneo, empezaron una campaña de prevención en la que  recomiendan acciones de higiene, resguardarse en sus hogares y evitar los eventos masivos.

Además, ese mismo día se decidió que se suspendieran las clases en las escuelas públicas de educación básica “hasta nuevo aviso”, luego de que la presidenta municipal lo solicitó a través de un oficio con fecha del 16 de marzo, en el que se asegura que está confirmado el caso de coronavirus. La suspensión fue  una medida para prevenir la transmisión comunitaria.

 Al día siguiente, Donato Casas Escamilla, titular de los SSO, se reunió con la edil para darle a conocer los protocolos de detección y atención de casos de Covid-19 y el  viernes, el funcionario  aseguró que   la persona que resultó positiva en La Ciénega “está totalmente en aislamiento”, junto con sus familiares con los que  tuvo contacto:  “Está supervisada por la Unidad de Inteligencia en Salud [UIS]”.

Concepción Hernández, la presidenta municipal de La Ciénega, dice a EL UNIVERSAL que la comunidad está tranquila y que en un principio la situación  pareció salirse de control, porque se   tergiversaron sus declaraciones difundidas  en el video.

“Todo está bien. La Secretaría de Salud está monitoreando a la persona. Nosotros hemos tomado las medidas preventivas que nos competen, pero debemos aclarar que  no hemos señalado a ninguna familia ni a ninguna persona, porque en la comunidad se ha señalado a una familia que no tiene nada que ver en esto…

“Sí nos repercutió, porque nos ven como bichos raros. Pero vamos a salir de esto, no es para que la gente entre en pánico. Nuestra comunidad está tranquila”, sostiene la edil.

Para evitar casos de pánico, como el de La Ciénega, Casas Escamilla pide que sólo se atienda la información que emiten los SSO: “En redes  sociales hay mucha información falsa. Sí quiero decirle a la población que no le haga caso a lo que salga en Facebook o Twitter, la información tiene que salir de una instancia oficial”, apunta.

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Foto: Edwin Hernández


Regresa la normalidad

Pese a la alerta por el caso positivo,  la población sigue con sus actividades. Los negocios están abiertos, las actividades en el palacio municipal continúan y los campesinos  trabajan sus tierras de alfalfa, caña y maíz o   cuidan de  su ganado; la gente sale a las calles con normalidad.

Luis Castellanos López, un joven de 18 años, está de vacaciones en  su pueblo natal, desde el  10 de marzo. Llegó desde  Chicago, Estados Unidos, donde ahora es residente. T rabaja en un restaurante y estudia body and fender (algo similar a hojalatería y pintura).

Al iniciar el periodo vacacional en su escuela, aprovechó para visitar  su municipio; cuando dejó Chicago, cuenta, aún no iniciaba la   cuarentena que actualmente  vive esa ciudad de Estados Unidos, junto con Nueva York.

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Foto: Edwin Hernández

Por eso, dice, no tuvo ningún problema en viajar. No fue revisado en el aeropuerto de Chicago ni en el de la Ciudad de México para ver si era un posible portador del coronavirus. Este sábado  regresaría a Chicago y afirma que su vuelo aún no se había cancelado, tampoco teme un posible contagio: “sólo hay que cuidarse”, dice.

Mientras tanto, asegura, en La Ciénega  está todo como siempre  y  no  se ha visto que vuelva el  pánico. Miriam, una  joven estudiante, coincide: “Mucha gente sí empezó a tomar medidas, sobre todo cuando se difundió la noticia, pero todo sigue normal. Sólo las escuelas  cerraron, pero eso lo están haciendo en todos lados”, finaliza.

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