Unión Hidalgo: Apenas 10% solucionó anomalías con Sedatu tras sismo
Retiro de fondos, folio erróneo, hasta quienes recibieron el dinero un año después del sismo es lo que han sufrido los damnificados
Por casi un año, Pedro Pineda batalló para acceder al apoyo de 120 mil pesos del Fondo de Desastre Naturales (Fonden) a través de dos tarjetas de Bansefi para reconstruir su vivienda de arquitectura tradicional; lo logró, pero no le alcanzó. Hoy su propiedad está en obra negra y sigue viviendo en una casa provisional de lámina.
La casa de teja de Pedro Pineda Luis se destruyó con el sismo del 7 de septiembre. Esta vivienda ubicada en la calle San Vicente, del barrio Los Palmeros, quedó sin la mitad del techo, sin una pared y sin corredor, es decir, inhabitable, por lo que fue clasificada como daño total por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Por tales daños, Pedro tuvo derecho a la demolición, pero prefirió tomar una de las propuestas que Sedatu le presentó: reconstruir su casa tradicional con asesoría del Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento, avalado por el órgano federal, por lo que firmó una carta compromiso.
Le fue depositado en total 60 mil pesos de octubre a noviembre de 2017, pero en esa misma fecha Sedatu se lo retiró, argumentando que su casa tuvo daño parcial y no total, aunque ellos mismos hicieron las verificaciones y dictaminaron que fue total. Después de organizarse con otros habitantes de Unión Hidalgo a quienes les ocurrió lo mismo, se unieron a la Coordinadora Regional de Damnificados del Sismo para pelear la devolución de sus apoyos, que entre seis personas sumaba más de 200 mil pesos.
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Hoy, Pedro, su esposa Soledad Juárez y su hija viven en una casa de lámina que antes era un taller de balconería. El calor es insoportable después del mediodía, pero no tienen otra opción más que aguantarse, pues su casa de teja aún no está en condiciones de ser habitable.
“En tiempo de aire se levanta el techo, en temporal de lluvia se filtra el agua; en tiempo de calor, es peor, adentro es un horno y no podemos estar aquí, pero ¿dónde vamos? Lo que mi esposo gana se va en la casa porque queremos terminar, pero todo va lento”, comenta Soledad Juárez.
El costo de reconstrucción de una casa tradicional es el triple a la de cemento, dependiendo del tamaño va de 300 mil a 500 mil pesos. Por eso los 120 mil pesos que esta familia recibió sólo alcanzaron para 50%, el restante es inversión de la familia. Actualmente consideran que concluirán, quizá, dentro de un año.
Casas de un siglo
En el centro de la ciudad hay una casona de más de 100 años, su dueño, Aurelio Fuentes, asegura que es más antigua que el palacio municipal. Su casa fue foliada los primeros días que Sedatu recorrió la población. El dictamen fue daño total, pero no pudo acceder al dinero hasta diciembre de 2018, más de un año después del sismo.
Él fue uno de los 500 afectados que tenían problemas para recibir el beneficio y que se integraron a la coordinadora de damnificados. Después de insistir ante Sedatu, logró el apoyo, y con el dinero lo primero que hizo fue comprar varilla, pero debido a que no contaba con recursos para pagar la mano de obra apenas hace un mes comenzó la reconstrucción de su casa.
“Después de pelear mucho nos hicieron caso y en diciembre del año pasado me dieron el apoyo”, señaló Aurelio mientras supervisa a los albañiles que batallan con las paredes de ladrillo.
Nobel López Arena, vocero de la Coordinadora Regional de Damnificados del Sismo en Unión Hidalgo, explicó que de los 500 damnificados que presentaron algún tipo de problema para recibir el beneficio, sólo 10% ha logrado resolverse.
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