El científico oaxaqueño que pasó de gran benefactor a ser acusado de espía

Héctor Cabrera colaboraba, junto con autoridades  de El Espinal y  el gobierno federal, en la creación de un Centro de Investigación Multidisciplinario

Estatal 24/02/2020 08:29 Actualizada 08:29

Hace menos de un año, el  científico espinaleño  Héctor Alejandro Cabrera  Fuentes llegó a su comunidad, en el Istmo de Tehuantepec, con una crema innovadora que prometía curar las lesiones en los pies de los diabéticos. ¡Lo logró!, su medicamento funcionó, al grado que los Servicios de Salud de Oaxaca  aceptaron 300 muestras de ese  tratamiento para ser aplicados  en pacientes de manera gratuita.

Hoy, la Jurisdicción Sanitaria número dos aún cuenta con algunas de las  100 muestras de esta crema que fue creada  a través de la empresa Scicore Medical, a petición del Centro de Biotecnología  de la Fundación Fomento Económico Mexicano (Femsa), y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores  de Monterrey (ITESM), responsables del proyecto.

 Los resultados fueron tan efectivos que aún  se mantiene este plan piloto de curación en pacientes con diabetes, impulsado por el  científico. El mismo que el martes pasado fue detenido por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI),  en el aeropuerto de Miami,  luego de que le  encontraran “pruebas” en su teléfono  para acusarlo  de espiar a un funcionario del gobierno de Estados Unidos.

La crema sanadora —que en realidad no fue de su  total creación, sino en colaboración con  dos investigadores del Centro de Biotecnología— ayuda a prevenir la amputación de piernas de personas con diabetes, ya que promueve la  regeneración celular.

Es decir,  al aplicarse en la zona lacerada “llama” a las células de la periferia a que migren a la herida, generando un entorno nutritivo; con este medicamento el cierre de la lesión en una persona diabética es de nueve semanas.

El estudio piloto de esa pomada se realizó en una clínica en el municipio de El Espinal, su tierra natal. Durante los meses en que ha estado activo el plan, los pacientes han logrado mejoría en sus extremidades, calificando al programa como “exitoso”.

Otro de los proyectos que asesoraba Cabrera Fuentes, y prácticamente construía de la mano con la autoridad municipal de El Espinal y el gobierno federal, es el  Centro de Investigación Multidisciplinario. Éste se encuentra en su etapa de planificación  y sus  espacios estarán  dedicados al estudio de la salud y biotecnología, la geofísica —para el estudio de sismos—, así como  áreas para el bienestar social, logística y energías renovables.

De acuerdo con los pormenores del proyecto, que está planeado construirse en un polígono de 54 hectáreas como parte del Corredor Interoceánico. El plan maestro de desarrollo se estaba generando con la empresa especializada Surbana Jurong, en Singapur,   donde Héctor  Cabrera radicaba desde hace unos años.

En este Centro de Investigación se consideraba también un departamento para la UNAM que se encargara del estudio del suelo y de la  resistencia de materiales que se deben de utilizar en la zona. 

La Secretaría de Marina también tendría un espacio en el proyecto para instalar un edificio  de logística; además, se planeaba  la presencia del  Tecnológico de Monterrey y del Tecnológico Nacional de México, el cual ya arrancó  clases en  energías renovables en un espacio provisional  y  proyecta una maestría en construcción.

Así también, en beneficio de la población de El Espinal y de la mano de la autoridad municipal, Héctor Alejandro tenía proyectado llevar a cabo la elaboración de estudios de ADN  de 300 habitantes, quienes serían seleccionados por siete especialistas de Singapur. Los estudios  genéticos tienen como finalidad conocer con exactitud a qué padecimientos están expuestos los habitantes de esta comunidad del Istmo, para así también buscar cómo prevenirlos.

Por estos proyectos que impulsaba Héctor Alejandro, nadie en El Espinal  termina de creer que uno de sus ciudadanos más ilustres  sea un espía al servicio de Rusia

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