Vive Oaxaca espectacular cierre de Guelaguetza 2017

Debido a la lluvia que se registró en la capital, la función vespertina dio inicio pasadas las cinco de la tarde, pero eso no impidió que los asistentes disfrutaran de la que se considera la fiesta más grande de América Latina

Foto: Especial
Estatal 24/07/2017 22:04 Magdalena Ávila / Colaboración Actualizada 09:11

Con un auditorio lleno de miles de personas que vibraron con la algarabía y el folclor de las danzas, música, el arte popular y las tradiciones más representativas de las ocho regiones de Oaxaca, fue clausurada esta noche la Guelaguetza 2017.

La última edición vespertina de los Lunes del Cerro comenzó poco después de las 17:00 horas, tras una breve pero intensa lluvia que no aminoraba las largas filas en las faldas del cerro del Fortín de quienes buscaban entrar a admirar la grandeza de la máxima fiesta de los oaxaqueños y el considerado festival étnico más grande de América Latina.

La presentación inició con el recorrido de la diosa Centéotl, que como marca la tradición, representa a la Diosa del Maíz y a quien se le rinde el tributo, es quien preside las festividades acompañada del gobernador Alejandro Murat Hinojosa y su esposa, Ivette Morán de Murat.

Siguieron las chirimías y el convite de las Chinas Oaxaqueñas que llenaron de luz color el escenario de la rotonda de las azucenas, para después dar paso a la mayordomía de San Andrés y el cautivante Fandango de Cajón de Huaxpaltepec.

Los sones y chilenas de Pinotepa Nacional se hicieron presente para hacer vibrar de alegría a los asistentes, con quienes compartieron su Guelaguetza al igual que el resto de las delegaciones que obsequian al público desde artesanía hasta pan, café, chocolate, azúcar, horatlizas, entre otros productos típicos de cada región lo que emociona a los que participan de este gran encuentro cultural.

La fiesta continuó con la picardía de los versos y la alegría del Fandango Miahuateco de la delegación de Miahuatlán de Porfirio Díaz y con la presentación del tradicional Jarabe del Valle, por San Antonino Castillo Velasco y que fue ovacionado por los presentes.

Siguieron los Sones y Jarabes de Betaza que cumplieron 60 años de presentarse en la Guelaguetza y lo celebraron con una magistral ejecución que hizo vibrar a los aproximadamente 12 mil asistentes que aplaudieron con emoción a lo largo de la presentación de esta danza.

De la región del Istmo de Tehuantepec, llegaron los bailarines de Unión Hidalgo que presentaron las tradiciones en honor a la Santa Cruz de los pescadores, a quien dedican su son para pedirle sea fructífera y abundante la pesca que es lo que da sustento a las familias de esa región.

La noche mágica llena de tradiciones se nutrió con la presentación del baile de “La aguja” de Santo Tomás Ocotepec, en donde la máxima autoridad de la comunidad es invitada por una bailarina principal a que le sea vendada de los ojos para prender la aguja en una persona elegida al azar entre el público, misma que continua bailando a lo largo de la rotonda de las azucenas con los ojos vendados y pone en vilo los nervios del público que queda sorprendido al ver su destreza que no se tropieza ni cae del escenario y encuentra la aguja tras las vueltas que le dieron con la pretensión de desorientarla.

Continuó la presencia de Santa María Zacatepec que por primera vez llevó a la Guelaguetza su Boda, Fandando y Carnaval Tacuate que se festeja el martes previo al Miércoles de Ceniza resaltando la muerte del toro, mientras que el azote de los chicotes y el atavío de los danzantes resulta impactante para quienes lo admiran.

Otras danzas tradicionales siguieron arrancando la ovación del público como los Sones Mazatecos de Huautla de Jiménez, la Danza de la Pluma de Cuilapam de Guerrero y el Jarabe Mixteco de la delegación de Huajuapan de León, que al iniciar con el nostálgico e internacional "Canción Mixteca" de José López Alavez, que fue coreada por los miles de asistentes que se quitan el sombrero y lo agitan en el aire.

Después de este momento de gran emotividad, se presentó la admirada danza de "Flor de Piña" ejecutada de manera extraordinaria por las mujeres de Tuxtepec, coreografía que se ha colocado como uno de los momentos favoritos de la Guelaguetza y que representa la alegría de la mujer por la buena cosecha de piña, lo que arrancó la ovación y despertó la euforia del público que no dejó de aplaudirles durante su presentación.

Perfilando el cierre de esta última edición vespertina, siguieron los Sones, juegos y chilenas de Santiago Jamiltepec, tradicionales de la región de la Costa, así como la representación de la "Dejada de la luz de la novia" de San Pedro Huilotepec, para culminar con la presentación de la Chinas Oaxaqueñas en su convite y el Jarabe del Valle que portaron con algarabía sus canastas en la cabeza, llenas de flores y motivos religiosos, con un conjunto de chirimiteros y tamborilleros, faroleros y monos de calenda que llenaron los pasillos del auditorio Guelaguetza con la magia que los caracteriza.

El cierre de esta edición vespertina y de clausura de la octava de la Guelaguetza 2017 se dio con éxito, en medio de un ambiente de fiesta y sin incidentes al interior del recinto que se iluminó al final con un espectáculo de pirotecnia tradicional en las festividades del estado.

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