De acuerdo con sus cifras, con base a denuncias sociales de las víctimas y casos que dan a conocer en los medios de comunicación, señala que en Oaxaca durante el 2018 se han cometido 75 feminicidios y 16 homicidios de mujeres.
“La situación es grave porque los casos se acumulan nada más; las carpetas de investigación crecen, algunos casos se resuelven pero otros no, sobre todo de años pasados. Uno de los errores de las fiscalías es que ocultan cifras y aseguran que hay resultados, pero la violencia en contra de la mujer no se está parando”, expone a EL UNIVERSAL Oaxaca.
Añade que en las instancias responsables, como la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, no hay acciones eficaces para prevenir el maltrato, las muertes y la violencia en contra de ellas.
En el caso de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos por Razón de Género, dependiente de la Fiscalía General del Estado, no hay avances en las indagatoria; hay insuficiente personal, no hay registro puntual de las víctimas y muchas veces se revictimiza a familiares y deudos.
“En Oaxaca hay muchísimo que trabajar, siempre; hay que meterse a las comunidades, donde existen muchos de los feminicidios que no se reportan, así como violencia de género; no se reportan porque para la gente y las autoridades es algo ‘normal’, no hay investigación, los asesinos siguen ahí”, añade.
Frida Guerrera acusa que cuando una madre o familiar acude a las instancias oficiales para denunciar muertes o agresiones, simplemente no se les hace caso o se les hace esperar por largas horas.
“No le veo todavía compromiso a las autoridades, porque además la sociedad está completamente apática; la solución es que la sociedad se tenga que unir, para demandar justicia, para exigir una procuración de justicia ágil, la importancia no la tienen los personajes o los funcionarios, sino las víctimas; desafortunadamente ellas son las que menos salen a la luz pública”, añade.
El libro “#NiUnaMás” se compone de 55 historias de mujeres y familiares que han sido víctimas de feminicidios en la República Mexicana; “no es un libro de nota roja, sino un llamado a la conciencia de la sociedad y de las autoridades”, termina.