Se reúnen 88 familias de migrantes oaxaqueños en Estados Unidos
Desde agosto del 2017, el programa Guelaguetza Familiar ha reunido a más de 748 personas mayores de 60 años al reencontrarlos con sus parientes.
Por primera vez en 20 años, 88 personas mayores de 60 años originarios de Oaxaca se reunieron en Los Ángeles, Calfornia, con sus hijos y nietos, con quienes no se habían visto por radicar en dos países diferentes.
Lo anterior se logró como parte de las ediciones 33, 34 y 35 del programa “Guelaguetza Familiar e Intercambio Cultural Oaxaca-Estados Unidos”, que el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) presenta en dicha ciudad estadounidense desde el 24 de agosto del 2019.
“Desde la ciudad de Los Ángeles, tenemos el privilegio y oportunidad de seguir uniendo a las familias oaxaqueñas, la política no sirve, si no sirve a la gente. El día de hoy vimos el espectáculo más grande que es el amor familiar y el amor por Oaxaca”, refirió el gobernador Alejandro Murat al encabezar este evento. El mandatario estatal resaltó que "esta acción constituye un esfuerzo ante la comunidad migrante, con el fin de mantener la unidad y lazos familiares a pesar de la distancia."
La directora del IOAM, Aída Ruiz García indicó que el programa Guelaguetza Familiar constituye "un encuentro de hermandad, intercambio, de fortalecer nuestra identidad y cultura entre las personas migrantes y sus familias."
Dicho programa se lleva a cabo desde agosto de 2017 y su finalidad es "promover y preservar las costumbres y tradiciones de las nuevas generaciones de migrantes oaxaqueños". De acuerdo con el gobierno de la entidad, hasta la fecha, más de 748 personas mayores de 60 años han sido beneficiadas al reencontrarse con sus familiares, radicados en EU.
En esta ocasión, hombres y mujeres de las regiones de Valles Centrales, Mixteca, Istmo de Tehuantepec, Costa y Sierra Sur, pudieron conocer físicamente a sus nietos, e incluso bisnietos, a quienes sólo habían visto por fotografías o videollamadas.
Crispina, de 62 años y originaria de San Antonino Monteverde, perteneciente al distrito de Teposcolula, narró la emoción de llevar a la segunda y tercera generación de migrantes radicados en Oceanside, California, sus conocimientos artesanales en la elaboración de bolsas y canastos de rafia.
Otra de las beneficiadas fue Francisca, de 74 años, de la comunidad de Santiago Jamiltepec, quien se dedica a la preparación de tamales de chileajo, y con sus parientes tuvo oportunidad de compartir su gastronomía, así como sus tradiciones, celebraciones de mayordomías y fiestas patronales. Mientras que Alfonso, de 87 años, originario de Tlacolula, tuvo la oportunidad de enseñar zapoteco a sus paisanos.