Desacuerdo. Autoridades chocan por cifras de censo
Sedatu afirma que mil edificaciones deben demolerse en Juchitán; Ayuntamiento dice que son casi 2 mil
A 17 días del sismo que cimbró al Istmo de Tehuantepec el 7 de septiembre, el conteo de las viviendas afectadas casi ha terminado. El delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), Elpidio Concha Arellano, informó que en los 41 municipios istmeños fueron censadas 60 mil viviendas, de las cuales 13 mil deberán ser demolidas y otras 18 mil fueron catalogas como “no habitables”. El balance anterior; no obstante, no incluye las afectaciones generadas por la serie de réplicas de hasta 6.1 de magnitud registradas ayer.
El pasado jueves, el delegado de la Sedatu afirmó que “el censo prácticamente está cerrado” y destacó que sólo en Juchitán, el municipio oaxaqueño más dañado por el sismo, fueron censadas “casi 15 mil viviendas” que sufrieron afectaciones por el sismo. Entre ellas hay unas mil edificaciones, entre casas y comercios que deberán ser demolidos.
La cifra de 15 mil viviendas censadas por la Sedatu sorprendió a las autoridades juchitecas, quienes denunciaron que las autoridades federales y estatales rompieron el acuerdo de trabajar conjuntamente en el levantamiento censal. “15 mil viviendas es una cifra inflada que tiene sesgos electorales para 2018”, acusó el secretario del Ayuntamiento, Óscar Cruz.
El funcionario local afirmó que los tres niveles de gobierno habían acordado que las brigadas que censarían las viviendas estarían integradas por un representante de la Sedatu, otro del gobierno de Oaxaca y un tercero, del Ayuntamiento, quien además sería el guía para identificar las colonias asignadas.
“Así trabajamos del 11 al 15 de septiembre y censamos ocho mil 27 viviendas. Para el 16, las autoridades federales y estatales dejaron de coordinarse con nosotros. No vimos correcta esa decisión que se prestó a suspicacias y para el 18 de septiembre sólo nos informaron que cerraban el censo con 12 mil viviendas dañadas”, señaló.
Demolición, lenta
Las diferencias entre las cifras de la Sedatu y las del Ayuntamiento no se agotan en el número de viviendas censadas que fueron afectadas por el sismo, también varían en el total de casas que deberán ser demolidas y al inventario de la maquinaria para demoler.
Según el regidor de Obras Públicas del gobierno municipal, Germán Peralta Luis, sólo son mil 984 viviendas las que deberán ser demolidas, pues se encuentran totalmente colapsadas. Explicó que los trabajos de demolición, que empezaron el pasado 17 de septiembre, van “muy lentos por la falta de retroexcavadoras y camiones para retirar escombros”.
“Trabajamos con 10 camiones tipo volteo y seis retroexcavadoras que diversas empresas nos prestaron por un mes, o sea, que debemos devolver el 17 de octubre. Para terminar el programa de demoliciones debemos derribar 66 viviendas por día hasta esa fecha, pero faltan más brigadas y necesitamos la ayuda federal y estatal”, afirmó el regidor Peralta Luis.
El titular de la Secretaría de Vialidad y Transportes del gobierno de Oaxaca y enlace con el gobierno federal para atender las necesidades de la emergencia en la región, Francisco García López, dijo que para demoler las viviendas y retirar los escombros se han desplegado 32 retroexcavadoras y 150 camiones de volteo.
Istmo, prioridad del gobierno federal
― ¿La emergencia que se vive en CDMX, Puebla y Morelos por el sismo del 19 de septiembre afectará la atención hacia los pueblos del Istmo de Tehuantepec y de manera particular? ―, se le preguntó al titular de la Sevitra, Francisco García.
―De ninguna manera. El miércoles 20 estuvo en Juchitán la titular de la Sedatu, Rosario Robles, quien le dijo a la comunidad juchiteca que “Oaxaca no será abandonada ni desatendida por el gobierno federal―, respondió.
El funcionario agregó que en Juchitán se tiene “el mismo estado de fuerza desde la emergencia decretada tras el sismo del 7 de septiembre, sobre todo para atender el tema de la seguridad y de salud”.
Horas después del sismo del 19 de septiembre, regresaron unas 20 brigadas de médicos especialistas enviadas por el gobierno de la CDMX a Juchitán para atender a los afectados del terremoto del jueves 7, al igual que seis unidades médicas enviadas por el gobierno poblano.
Desde el jueves, luego que el subsecretario de Gobernación, René Juárez, encabezó una reunión de evaluación, comenzaron a instalarse albergues con capacidad de entre 500 y mil personas.