Ante la falta de atención por parte de la Fiscalía a su caso, interpuso una queja en la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) para que la instancia a cargo de Rubén Vasconcelos Méndez otorgue información sobre el hecho.
Con desesperación ante la falta de justicia, la madre de Lizbeth relata en entrevista que su hija presentaba un golpe en la cabeza, en el glúteo, pierna y en uno de sus ojos. Ella vivía en la localidad de La Junta, Huajuapan desde hace aproximadamente tres años con un hombre mayor, de 46 años de edad, de nombre Guillermo. Todo parece, dice, un feminicidio.
El 29 de abril de este año es una fecha imborrable para la mujer. Recibió la noticia por parte de amigos de Guillermo que su hija había muerto. “Liz de suicidó (…) ahorita no me reclames”, le indicó la pareja de su hija al llegar a su vivienda. Él tenía alienta alcohólico, recuerda la madre.
Confundida y desconsolada Luz del Carmen enfrentó sola el proceso de la muerte de su hija mientras Guillermo encabezaba los trámites, impidiéndole recibir cualquier información del caso durante las primeras horas.
Posterior a la sepultura de Liz, la madre comenzó con los trámites legales ante la Vicefiscalía Regional de la Mixteca para conocer la verdad del hecho. Ella refiere que en más de seis meses las autoridades no le han proporcionado el examen toxicológico, ni las pertenencias de su hija.
La mujer acude en vano a la Vicefiscalía para conocer los avances, pues nadie la recibe, ni atiende las peticiones que realiza por oficios. También interpuso una solicitud de exhumación de los restos de su hija, sin que este proceda.
“Aquí en Oaxaca la verdad no hay justicia, es ciega o se vende, ya no confío en nadie”, expresa la mujer, que a pesar de los obstáculos para acceder a la justicia apunta que no cederá en la exigencia para esclarecer la muerte de su hija.