En 5 años, pensiones absorberán el 50% del presupuesto de la UABJO
El crecimiento en el número de jubilados acentuará la crisis financiera de la universidad el próximo año
En cinco años, la crisis financiera de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) será insostenible.
Investigadores de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) advierten que el crecimiento en el número de jubilaciones “será fatal” para la casa de estudios y el próximo año, empezará a notarse.
El estudio realizado por los investigadores Rosendo Martínez Jiménez, Ana Luz Ramos Soto, Guillermo Trejo Carbajal y Mauro Alberto Sánchez Hernández, revela que en el año 2020 el número de jubilados alcanzará la tercera parte de los trabajadores activos y cuatro años después, al 50 por ciento.
Actualmente las erogaciones en las pensiones de la UABJO representan el 20% (189.8 millones de pesos) con respecto a la nómina de trabajadores activos que asciende a 949 millones de pesos y en el año 2024 o antes, de seguir con esa tendencia, representarían el 50%; es decir, 474.5 millones de pesos.
Para el próximo año estiman que el número de trabajadores jubilados y pensionados aumente a mil 376, para el 2024 a mil 652 y para el 2030 a mil 977.
“Razón que es preocupante y alarmante, la solución puede estar en la solicitud de más recursos financieros a la Federación o bien cambiar el sistema de jubilaciones y pensiones, previo análisis de ventajas y desventajas y de manera consensada”, señalan.
El contralor de la UABJO, Hilarino Aragón Matías, sostiene que una de las principales razones de la descapitalización de la universidad es la falta de una reforma al sistema de pensiones de la universidad; una que modifique las condiciones, montos y requisitos de las pensiones para la generación afiliada, sin afectar a los pensionados y a los trabajadores en activo que tengan derechos adquiridos.
De acuerdo con el funcionario universitario, contrario a otros sistemas en la casa de estudios los trabajadores no aportan a su fondo de pensiones; este se sostiene o es subsidiado con el gasto corriente de la universidad.
Hasta diciembre de 2016, explica, se contaba con una reserva de 110 millones 635 mil 365.28 pesos, generados por los subsidios federales y universitarios, que resultan insuficientes para hacer frente a las obligaciones por concepto de pensiones a los trabajadores.
“La aportación necesaria para afrontar estas obligaciones es de 73.26 por ciento del sueldo base, más la prima de antigüedad, del personal activo”, dice.
Doble beneficio
Los investigadores de la FCA, agregan que esta crisis también se explica por el hecho de que los trabajadores de la UABJO tienen el doble beneficio de la pensión, tienen doble pensión; es decir, por una parte se pensionan por conducto del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y por otra se jubilan por parte de la Universidad.
Los empleados de la UABJO, al estar afiliados al IMSS, cotizan en el régimen obligatorio y por tanto, tienen derecho a los ramos de seguro; pero por otra parte, el Contrato Colectivo de Trabajo les otorga a los trabajadores prestaciones en especie y financieras, independientemente de las que les otorga el IMSS. Entre esas prestaciones están el derecho de recibir jubilación al momento de retirarse por años de servicio.
La institución otorga al trabajador jubilado el 100 por ciento del último salario que tuvieron al momento de retiro, más las demás prestaciones que tenía como activo y que incrementan conforme aumenten las prestaciones tanto en especie como económicas.
“Esto por supuesto beneficia al trabajador retirado, sin embargo, limita el presupuesto que tienen asignada las diversas Universidades; por lo consiguiente, es un problema serio que deben afrontar las autoridades ya que de seguir con esa situación podría llegar un colapso financiero en la Universidad”, puntualizan los especialistas.
Las autoridades universitarias han presentado una reforma al reglamento de su sistema de pensiones, el cual no ha sido aprobado. Hilarino Aragón resume que se busca garantizar el financiamiento futuro de la seguridad social mediante el equilibrio financiero, además de reformar la estructura de beneficios del sistema para responder a la realidad social, epidemiológica y demográfica de la Universidad.
Apunta, sin embargo, que para la generación de pensionados y jubilados actuales, no será posible establecer modificación alguna; pero para las y los trabajadores en activo será necesario diseñar un sistema de transición del esquema vigente al reformado.
“Para las nuevas generaciones, quienes ingresen a partir del inicio de la reforma, las modificaciones de alto impacto se implementarán de manera directa, a fin de crear un nuevo sistema que sea financieramente sano. Al final de cuentas, lo que se pretende es otorgar pensiones a quienes realmente las necesiten”, asegura.