En estos meses, indicó, tampoco se ha garantizado su acceso a la justicia y a la verdad sobre lo ocurrido ese día en que decenas de personas --alrededor de 200-- resultaron heridas y ocho personas muertas por disparos de armas de fuego.
Sin embargo, explicó que las víctimas están tratando de encontrar un mecanismo para que esa reparación se dé en los términos en los cuáles necesitan que se les repare el daño; pero que al mismo tiempo, esto no signifique que el caso o las investigaciones contra los responsables se cancelen.
“Que no sea óbice la reparación del daño para enterrar el caso Nochixtlán, sino más bien que sea una punta de lanzamiento del caso que permita que de manera más rápida se acceda a la justicia y a la verdad.
“Independientemente de que estén de acuerdo o no las víctimas con la recomendación, si están de acuerdo que se tiene que reparar el daño, adecuar la forma en que se tiene que reparar el daño de manera integral, luchando de manera fuerte para que la verdad prevalezca”, apuntó.
Precisó también que una de las exigencias de las personas que resultaron víctimas del desalojo violento, es que el nivel de responsabilidad sobre los hechos se diluya únicamente para las personas que activaron las armas ese día en Nochixtlán, sino que el nivel de investigación sea mucho más amplio y se pueda determinar quiénes tuvieron responsabilidad por acción, por omisión y quiénes tenían la responsabilidad de este operativo “que definitivamente falló”.