De 2015 a mayo de 2019, suman 22 docentes del nivel básico asesinados en el estado sin que hasta el momento los homicidas hayan sido identificados. Por estos crímenes, la instancia de procuración de justicia mantiene abiertas 22 carpetas de investigación.
El año más violento para el magisterio, hasta ahora, ha sido 2018, debido a que fueron ocho docentes asesinados. En 2015 fueron tres, en 2016, tres; en 2017, cuatro, y en lo que va 2019 se registran cuatro. Del total de las víctimas, 18 eran hombres y cuatro mujeres.
Sin justicia. De las 22 carpetas de investigación abiertas, una es por feminicidio y las demás por homicidio doloso; asimismo, sólo una ha sido judicializada y recientemente la fiscalía pidió a un juez una orden de aprehensión, la cual aún no ha sido ejecutada, detalla el vicefiscal general. El retraso en las investigaciones, argumenta, es por la falta de testigos.
“Requerimos de testigos que corroboren algunos datos y, desafortunadamente, a veces no hay testigos presenciales y cuando sí los hay no los logramos localizar, algunos de ellos no quieren cooperar, hay todavía una idea de desconfianza respecto a la autoridad investigadora”, destacó.
González Antonio agregó que algunos delitos son cometidos en comunidades lejanas y por ello, “el tiempo que tardamos en llegar es un tiempo valioso que complica la investigación, si hubiera un testigo ya no lo localizamos”.
La región más violenta para la Sección 22 ha sido la Costa, debido a que en esta zona geográfica de Oaxaca han sido asesinados 10 profesores, mientras que en el Istmo de Tehuantepec, cinco; en la Mixteca, dos; en la capital del estado, cuatro, y uno más en Valles Centrales. La mayoría de docentes fueron ultimados con arma de fuego.
“La aplicación de la reforma educativa ‘peñista’ ha traído como consecuencia la pérdida de vidas, la interrupción de la libertad y afectación de las condiciones laborales. Por ello, es imperativo que sean resarcidos los efectos nocivos que han tenido. Justicia a los compañeros asesinados y reprimidos, castigo a los culpables materiales e intelectuales y reparación integral de los daños”, exige el magisterio.