Se mantiene violencia feminicida en Oaxaca

En el gobierno de Alejandro Murat suman 305 mujeres y niñas que fueron asesinadas de manera violenta

Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
Estatal 28/05/2019 16:12 Juan Carlos Zavala Actualizada 09:05

El Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos, A. C. (GESMujer)  aseguró que la violencia feminicida en Oaxaca se mantiene y desmintió las afirmaciones del fiscal Rubén Vasconcelos Méndez, en las cuales sostuvo que los feminicidios se redujeron en 2018 en comparación con los registrados en 2017.

A través de un informe, la asociación civil explicó que en lo que va del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa 305 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta en el estado, una de las razones dado los altos índices de violencia feminicida, por la que la Secretaría de Gobernación emitió la resolución el 30 de agosto de 2018 en 40 municipios de Oaxaca la declaratoria de alerta por violencia de género.

Pero desde esta declaratoria – mecanismo que consiste en un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida –, 90 mujeres y niñas han muerto de manera violenta y de acuerdo al seguimiento hemerográfico, en lo que va del año 2019, han muerto de manera violenta 56 mujeres y niñas.

“El 5 de febrero del 2019 el Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, durante su comparecencia en la Legislatura Local, afirmó que el estado de Oaxaca ocupa el lugar número 10 a nivel nacional en violencia feminicida, cuando en el 2017 era el número 4. ¿Cómo explicar que año con año, desde la administración del gobernador Alejandro Murat, el número de feminicidios ha ido disminuyendo, cuando hubo una tendencia similar de muertes violentas en el mismo período?”, cuestionó la organización.

De la misma manera, apuntó que se puede observar que se mantiene una violencia feminicida en Oaxaca, pero que desde la administración estatal pareciera que no hay un reconocimiento del problema, “porque el ocultar, tergiversar o manejar políticamente la información no permite dimensionar su gravedad”.

GesMujer insistió en que cada asesinato de mujeres y niñas deben investigarse como feminicidio porque en principio sería para castigar de acuerdo a la tipificación de un delito grave, aunque con los elevados niveles de impunidad, dijo, no hace la diferencia.

Sin embargo señaló que a nivel político presentar un mayor número de feminicidios durante la administración, se puede identificar como un criterio de falta de eficiencia en la atención hacia la violencia de género y por lo tanto aumenta la presión política.

“Pero desde el punto de vista de la justicia, sí es necesario investigar cada muerte violenta como feminicidio, porque permitirá al Estado, tener un panorama más cercano a la realidad de los niveles de violencia que viven las mujeres y las niñas. Porque la violencia feminicida, es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación a sus derechos humanos tanto en el ámbito privado como público y está conformada por conductas sociales y de Estado que pueden culminar en la muerte violenta de las mujeres”.

En su informe puntualizó que de las 56 mujeres y niñas asesinadas en 2019, en el 91 por ciento de los casos se desconoce quién o quiénes fueron los agresores; 75% de las muertes se realizaron con armas de fuego, “lo que significa que son las mujeres quienes están pagando con su vida los costos  de una omisión grave en cuanto al control y uso de armas de fuego en Oaxaca” y que en 32% de los casos de muertes violentas han ocurrido en la región del Istmo de Tehuantepec.

Asimismo, que 54% de las muertes violentas se dieron entre niñas y mujeres de 15 a 44 años.

“En la etapa productiva y reproductiva, se dieron los mayores niveles de violencia feminicida, lo que significa que se truncaron oportunidades para el desarrollo de nuestro estado, mujeres jóvenes con capacidad de trabajar y aportar a sus familias y a su comunidad. Mujeres en edad reproductiva que dejan a hijas e hijos huérfanos, quienes a su vez serán una responsabilidad de abuelas y abuelos, con altas probabilidades de reproducir el ciclo de la pobreza.”, apuntó.

También advirtió que en lo que va del año tres mujeres entre 15 y 29 años se suicidaron. Exppicó que aún y cuando no están incluidos en las estadísticas de muertes violentas, se lleva un registro debido a que un porcentaje elevado de mujeres que viven situaciones de violencia de género, han considerado alguna vez el suicidio como una forma de escapar a su situación y de ellas un porcentaje menor sí lo han intentado.

GesMujer concluyó que la forma extrema de violencia de género contra las mujeres es la violencia feminicida, por ello, si bien es urgente avanzar en el reconocimiento de la problemática, investigando cada caso desde una perspectiva de género, paralelamente se deben reforzar las acciones para la prevención de la violación a los derechos humanos  de las mujeres y las niñas tanto en el ámbito privado como público.

“Reconocemos que la problemática es compleja, pero una asignación de recursos suficientes y oportunos, una capacitación en perspectiva de género y una voluntad política clara, son indispensables para garantizar la libertad, la seguridad y la vida de las niñas y las mujeres de Oaxaca”, finalizó.

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