Juchitán, Oax. - En seis municipios de la zona oriente del Istmo de Tehuantepec comenzó la cosecha del mango de exportación y de consumo nacional. Durante ocho meses el corte, traslado y la selección del fruto generarán, en esta temporada 2025-2026, unos 60 mil empleos directos.
Don Manuel, productor manguero desde toda una generación, indicó que este año el gobierno norteamericano fue más exigente al fijar nuevos criterios de corte y acopio del fruto, que obligaron a mejorar las parcelas con sanitarios, mantenerlas limpias y trato digno a cortadores.
Aún con “los apretones de torniquetes” que han dado las autoridades del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), dice, esperamos una temporada de excelente producción y que, en materia de exportación, propicie una derrama económica superior a 70 millones de dólares.
En cada una de las 14 empacadoras de mango distribuidas en su mayoría en los municipios de San Pedro Tapanatepec y Chahuites, los supervisores enviados por la USDA vigilan que los procesos de inocuidad se apliquen en todas las áreas. Nada de grasas en pisos y uñas cortas, por ejemplo.
Durante la temporada 2024-2025, los mangueros de los municipios de Chahuites, San Pedro Tapanatepec, Santo Domingo Zanatepec, Reforma de Pineda, San Francisco Ixhuatán y San Francisco del Mar, produjeron casi 190 mil toneladas del fruto sobre 30 mil hectáreas.
En esos seis municipios, la exportación de unas 56 mil toneladas de mango Tomy y Ataulfo dejó en la temporada que recién concluyó, unos 70 millones de dólares, más los ingresos de 60 mil empleos directos y otros 10 mil indirectos.
Ordenar producción y exportación, el reto
Para los productores de mango, el reto que enfrentan en cada temporada es el de ordenar la producción y la exportación para tener mangos libres de la mosca de la fruta, evitar huertos larvados que pongan en riesgo la exportación y mayor vigilancia de SENASICA.
Ante el número de empleos directos e indirectos, la derrama económica y el mejoramiento del nivel de vida de unas 25 mil familias que viven de la siembra del mango en los seis municipios istmeños, es de vital importancia que todos actúen con honestidad, señalaron.
Los mangueros Manuel, Isidro, José, entre otros, insistieron a las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (SENASICA), que vigile que las empresas cooperadoras y operadoras que aporten los ingresos para las campañas fitosanitarias.
Doña María, revela que cada año paga a una de las cooperadoras 300 pesos por hectárea para inscribir su parcela. Ella tiene ocho hectáreas y por lo tanto eroga dos mil 400 pesos, más dos pesos por cada caja de mango que se moviliza hacia la empacadora.
Parte de esos recursos, explica, van a parar a manos de las operadoras, como la Junta Local de Sanidad Vegetal o la asociación civil Empacadoras de Mango de Exportación (EMEX), que apoyan a los productores con sus campañas de inocuidad.
Nosotros, los dueños de las plantaciones, cuidamos nuestras huertas, invertimos en la colocación de trampas y la fumigación por aspersión, pero no sabemos por qué algunas empacadoras con plantaciones, no lo hacen, lo hacen las operadoras con lo que pagamos a las cooperadoras, acusa.
De manera significativa, los productores pidieron a la SENASICA mayor control en la expedición de las Tarjetas de Manejo Integrado de la Mosca de la Fruta, que al inicio de la cosecha se vende a 100 pesos y muchas veces es adquirida por gente que no siembra, pero exporta frutos ajenos.
¿Frutos ajenos?, sí, recorren huertos y compran mangos de huertos que no reciben acciones contra la mosca y con la tarjeta que adquieren ilegalmente, porque no tienen huertos y si tienen no los limpian, movilizan el mango al empaque y si resulta larvado, con otra tarjeta, va de nuevo.
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