De acuerdo con Elvira Hernández, titular del área en el ayuntamiento de Tuxtepec, los pobladores consideran estás acciones cómo autoritarias, aunque tengan que ver con separar los residuos desde las casas y el manejo adecuados de los desechos.
“La justificación que le da a la ciudadanía y que no atiende el problema de fondo es que lo que consumes no va a contaminar porque va a entrar a un proceso de reciclaje donde se podrán reutilizar los materiales, cuando lo ideal sería que se buscará disminuir el consumo o se regulará a las empresas que masivamente usan productos nocivos para el ambiente y son las principales beneficiaras con la apropiación de los órganos del estado como encargados de resolver el problema”, indicó la bióloga.
La especialista sostiene que está bien que se obligue a los gobiernos a generar infraestructura porque también ha sido una responsabilidad que no había sido atendida, pero esto se queda a medias sino se les exige a las empresas, que son las que producen en grandes cantidades la basura, y no sólo a los ciudadanos.
“En Tuxtepec, como ciudad industrial, el impacto de la basura no se detiene y la separación de residuos o exigencias de cumplimiento por parte de las autoridades es complicado, pueden estar muy bien fundamentada las leyes, pero la gente no participa por falta de educación y difusión ya que los foros que realizan las autoridades son insuficientes. Hay un avance con iniciativas a favor del medio ambiente, pero siguen sin ciudadanizarse”, abunda.