Comunidades de Oaxaca alistan defensa del río Cajonos, afluente vivo en riesgo por supercarretera a Tuxtepec
El proyecto federal afectaría gravemente la gran biodiversidad de la región; acusan pobladores que se les oculta la Manifestación de Impacto Ambiental, estudio realizado por 2.3 mdp por empresa ligada al hermano del gobernador de Puebla
Oaxaca de Juárez.– En 2018, animados por el gobernador Alejandro Murat, ediles de la Cuenca del Papaloapan, principalmente del PRI, mandaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitar la construcción de la carretera Tuxtepec-Oaxaca.
El proyecto de esta nueva vía, advierte el fundador de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (Unosjo), Aldo González Rojas, ya ha comenzado y traerá graves consecuencias ambientales y sociales para esta región.
Es por esa razón, adelanta que las comunidades de la Sierra Norte ya se organizan para oponerse a la construcción de la carretera; de la cual ya existe una Manifestación de Impacto Ambiental que se ha ocultado a los pueblos, acusa el activista.
Según una investigación realizada por el ingeniero geométrico Pedro Pérez Barroso, la longitud total de la supercarretera sería de 212.6 km, 161.5 de zona montañosa y 51.176 en planicie; además, deberá contemplar la construcción de 65 puentes y 32 túneles, si es que se quiere tener un camino recto y cuyas curvas horizontales están dentro de los lineamientos de diseño.
Fotos: Especial
Lo anterior, para que el trayecto entre la ciudad de Oaxaca y la de Tuxtepec sea de 2 horas y 45 minutos: 25 minutos de la ciudad de Oaxaca al inicio del trazo y dos horas con 20 para el recorrido hasta Tuxtepec.
“Se hace necesaria la inclusión de puentes y túneles, por lo que su viabilidad económica y construcción requerirán de más estudios y voluntad política para realizarlos”, dice Aldo González, quien sostiene que sería una “agresión fuerte” para las comunidades y el medio ambiente.
"Podría servir al Interoceánico, no a la comunidad"
También, asegura que la vía, en realidad, no es para conectar a Tuxtepec con Oaxaca, sino para comunicar al puerto de Veracruz con el de Salina Cruz, como auxiliar del megaproyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
Lo anterior, dice, porque lo que han anunciado es la construcción de 168 km desde Tuxtepec para entroncar a la altura de Mitla. Y lo pretenden hacer por las riveras del río Cajonos; es decir, parte de Tuxtepec, continúa por el Valle de Ayotzintepec y después empieza a subir por el cañón del mismo río.
“El Cajonos es un río vivo, nace en el cerro del Cempoaltépetl, una de las montañas más altas de Oaxaca, y actualmente no tiene ninguna presa hasta llegar a Veracruz, porque desemboca en el Papaloapan. Por eso es que la fauna silvestre, los peces, se mueven. Hay una convivencia muy antigua con el río.
Grave riesgo para la biodiversidad
“Construir una carretera por ahí traería un perjuicio no solamente a la naturaleza, sino también a la sociedad, con la contaminación que traería. Esto ahuyentará a los animales; en esta zona viven jaguares, tapir, mono araña, pumas, muchos mamíferos. No en cualquier lugar de Oaxaca vive eso”.
Ante este riesgo, el integrante de la Unosjo afirma que los habitantes de la región ya han impedido el ingreso de biólogos, pues dudan que tengan fines de conservación. Las comunidades, dice, saben de la existencia de estos animales y prefieren protegerlos a su manera.
La preocupación de los pueblos es que tanta riqueza biológica no se encuentra en cualquier lugar, pues a lo largo del Cajonos tienen presencia ecosistemas como selva alta y bosques de pino y encino, hasta llegar a más de 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar, donde se escurren las primeras aguas en el Cempoaltépetl.
En términos sociales, afirma que este tipo de carreteras no se utilizan para comunicar a la gente, porque son de cuota. “La gente con sus camionetitas y sus pocos productos que saca no estaría en posibilidades de pagar esos trayectos. Junto con el tránsito de mercancías, también viene el de personas no deseadas; finalmente son espacios que se van ocupando por la delincuencia organizada”.
Ocultan información del proyecto, acusan
La demanda de las comunidades al gobierno federal es que no autorice los permisos ambientales para la construcción de la carretera, pues acusan que aún no saben en qué consiste el proyecto, porque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) no les han proporcionado información y sólo intentaron entregarles un resumen, en fotocopias de un periódico.
“Lo están tratando de entregar muchos días después de que ya presentaron el estudio en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Eso nos da una idea de la falta de respeto hacia las comunidades y su territorio”, apunta.
No se equivoca. El 24 de agosto de 2021, la SCT adjudicó un contrato de 2.3 millones de pesos a la empresa Geo Bios Sustentabilidad Ambiental S. A. de C. V. para elaborar la “Manifestación de Impacto Regional para la construcción de la carretera Tuxtepec-Oaxaca con una longitud de 168 kilómetros”.
Esta empresa está relacionada con David Barbosa Huerta, hermano de Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla por Morena, y administrador general de dicha firma, de acuerdo con diversos documentos públicos que están en poder de EL UNIVERSAL.
Es por ello que Aldo González dice que las comunidades del sector Talea ya acordaron que no van a permitir megaproyectos en la zona y están también dispuestas a convocar a varias comunidades de la región a que se sumen a sus demandas.