Con promesa de apoyos gubernamentales para vivienda, roban ahorros de decenas de personas en Oaxaca

En octubre de 2020 José Antonio Mesta López, de oficio taxista, conoció a Tereso Romero Ramírez, quien le aseguró ser trabajador y gestor de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi); también dijo ser militante del partido Morena.

Con estas acreditaciones, le prometió que con un pago de 20 mil pesos le gestionaría apoyos para la construcción de una unidad básica de vivienda por un monto de 208 mil pesos a un año. Todo fue un fraude.

Como José Antonio Mesta, decenas de personas de zonas urbanas marginadas de la ciudad de Oaxaca, municipios conurbados y de otras regiones del estado, fueron defraudadas por Tereso Romero y su esposa, Sandra Edith Saavedra de la Vega.

En entrevista para EL UNIVERSAL, acompañado por más víctimas de este fraude, José Antonio narra que fue citado al domicilio ubicado en Fiallo número 511, interior 1, en la colonia Centro de la ciudad de Oaxaca, donde supuestamente son las oficinas de Tereso Romero.

Tras varias visitas para conocer los detalles del apoyo, logró juntar la documentación que le solicitaban, como copia de las escrituras del terreno donde se construiría la vivienda, acta de nacimiento, copia de la credencial de elector, CURP, entre otros. Además, tuvo que recurrir a un préstamo para poder aportar los 20 mil pesos que le pedían a cambio de realizar la gestión para conseguir el apoyo de más de 200 mil pesos.

Los meses, sin embargo, pasaban y no llegaba el apoyo; empezó a cuestionar al supuesto gestor, pero se encontró con amenazas hasta que dejaron de contestarle las llamadas.

En noviembre de 2021 se cumple un año de que entregó los 20 mil pesos. 

Durante este tiempo, José Antonio Mesta se dedicó a recorrer, primero la Sedatu, luego la Conavi y finalmente la Secretaría del Bienestar para solicitar información sobre el trámite del programa de vivienda y para preguntar sobre Tereso Romero. En todas ellas respondieron que desconocían de lo que hablaba, y lo más grave, advirtió, es que era falso que Tereso Romero o su esposa, trabajaran para alguna de estas dependencias del gobierno federal.

Ante esto, José Antonio Mesta interpuso una denuncia penal por el delito de fraude ante la Fiscalía General de la República (FGR), que abrió la carpeta de investigación FED/OAX/ OAX/ 0000323/2021.

El 29 de marzo pasado, la FGR declinó la competencia a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), según consta en el oficio OAX-EIL-E1C3-286/2021, para que esta dependencia continúe la investigación. 

La FGR se declaró incompetente tras corroborar que ni Tereso Romero ni su esposa laboraban para alguna de las dependencias federales; además, encontró que todos los documentos que entregaba a su víctimas eran falsos, por lo que consideró que el fraude era competencia del fuero común y correspondía a la fiscalía  de Oaxaca continuar con la investigación.

Tereso Romero y su esposa también defraudaron a por lo menos 10 indígenas de la comunidad de San Vicente Lachixío y habitantes de la agencia municipal de San Martín Mexicapam.

No obstante, las víctimas señalan que no todos los afectados han denunciado ante las instancias correspondientes por temor a represalias; sobre todo, a partir de las amenazas vía telefónica por parte de la señora Sandra Edith Saavedra.

“Nos ha dicho que nos demandará por difamación y que le vamos a tener que pagar 2 millones de pesos. También nos ha dicho que le paremos con nuestras denuncias porque ella conoce a gente del [Cártel] Jalisco Nueva Generación y que nos va a ‘cargar la chingada’, y asegura que es de Morena y que no les vamos a poder hacer nada”, dice José Antonio Mesta.

Este hombre ha conocido a por lo menos otras 100 víctimas de fraude por parte de estas dos personas, pero dice que no se atreven a denunciar por temor  o porque todavía tienen la esperanza de que les llegue el apoyo para la vivienda.

“Lo que yo exijo es a las autoridades que investiguen a estas dos personas y las castiguen, y que me devuelvan mi dinero”, sentencia José Antonio.