"Corrupción ha convertido al Istmo de Oaxaca en una frontera porosa para la migración"
En México se ha observado un notable crecimiento del flujo migratorio como resultado de la complicidad entre agentes y bandas de traficantes, estima Irineo Mujica, activista y defensor de migrantes
Juchitán.— Desde mediados del año pasado, en México se ha observado un notable crecimiento del flujo migratorio desde el sur-sureste del país, como resultado de la complicidad de los agentes migratorios y de la Guardia Nacional (GN) con las bandas de traficantes de indocumentados, señala el activista y defensor de personas migrantes Irineo Mujica Arzate.
El incremento de ese flujo migratorio no podría explicarse sin el fenómeno de la corrupción, precisa, pues facilita el paso de los tráileres o camiones de carga que transportan personas de diversas nacionalidades.
Para el activista y defensor de los derechos humanos de los migrantes, el crecimiento del flujo migratorio en México responde a la lógica de la creciente movilidad de las personas que huyen de la violencia, de la persecución política o del hambre en sus países, a lo que se suma la inacción gubernamental para enfrentar a los cárteles que trafican y secuestran a personas.
Pese a que a mediados de junio de 2019, el gobierno mexicano desplegó en la frontera sur unos 20 mil elementos de la Guardia Nacional para contener el ingreso masivo de personas migrantes, desde hace un año llegan desde el sur, en caravanas, miles de personas que desean trabajar en Estados Unidos o, los menos, regularizar su estancia en México.
Un breve repaso de medios informativos desde 2021 hasta la fecha da cuenta de que en el Istmo de Tehuantepec, el INM ha “rescatado” cada vez a más personas que viajaban en lanchas, autobuses de pasajeros, ambulancias clonadas o tráileres.
Lamentablemente, dice Irineo Mujica, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimiza los casos de corrupción que se dan en el INM y en la GN, “al señalar que tiene unos arrocitos negros. No, no son arrocitos negros, todo el arroz está quemado. De otra forma, ¿cómo se explica que los tráileres con migrantes pasen libremente frente a los retenes?”.
Hay “mano negra”
El sacerdote fundador del albergue Hermanos en el Camino, en Ciudad Ixtepec, Alejandro Solalinde Guerra, señala un crecimiento del flujo migratorio en México, pero denuncia que se trata de ingresos masivos con caravanas que se organizan desde Honduras, El Salvador y Guatemala. “Veo mano negra en ese desplazamiento”, expresa.
Solalinde Guerra admite que miles de venezolanos y nicaragüenses están abandonando sus países por hambre, represión y amenazas; sin embargo, no duda de complicidades entre agentes migratorios y de la GN con traficantes nacionales e internacionales de personas migrantes de otros continentes, como África y Asia.
Considera que hay una tendencia mundial al aumento masivo del fenómeno migratorio; sin embargo, en el caso de México, acusa que detrás de esas caravanas masivas hay claros intereses para presionar y doblegar al gobierno mexicano.
Con la finalidad de evitar que los migrantes caigan en las garras de las bandas criminales, Solalinde recuerda que ha establecido convenios con el INM para recibir a ciudadanos de otros países que buscan regularizar su estancia en México o para obtener un Formato Migratorio Múltiple (FMM), permiso que expira al año.
“Pasan por todos lados”
Agentes migratorios y del Grupo Beta, que piden el anonimato, destacan que desde finales de 2021 han notado que de la mano de las bandas de traficantes, los migrantes pasan por todos lados. Han convertido a la región del Istmo de Tehuantepec en una piel porosa. Cruzan por carreteras y por mar. Pocos caminan por rutas peligrosas, como se hacía antes.
“En las caravanas se insertan los criminales; convencen a los migrantes, los suben en los tráileres desde cualquier punto entre Chiapas y Oaxaca, y ahí empieza el calvario porque, de acuerdo con el testimonio de algunos rescatados, no les permiten que lleven frutas o agua, para que no hagan sus necesidades en viajes de 12 horas”.
La migración está creciendo, dicen sorprendidos
A principios de junio pasado, el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, anunció que el gobierno mexicano tiene un plan de seguridad para contener el flujo de personas migrantes desde la región del Istmo de Tehuantepec, porque será más fácil blindar una frontera que mide 300 kilómetros, que los 3 mil de la frontera norte.