Deben aprender a vivir con esta enfermedad, dicen padres de Oaxaca que optaron por el retorno a clases
Lo que se vive en escuelas privadas contrasta con la postura mayoritaria de la Sección 22 del SNTE, que decidió no regresar porque no hay condiciones que permitan un retorno seguro
Oaxaca de Juárez.— Rafael Rojas Murillo da unas últimas recomendaciones a su hijo, mientras lo acompaña a la entrada de la escuela; ambos portan su cubrebocas KN95 y el niño, además, una careta que le cubre el rostro.
Después de más de un año resguardado en casa a causa de la pandemia del Covid-19, su hijo regresa a clases presenciales para iniciar el ciclo escolar 2020-2021.
En la entrada lo esperan cinco trabajadores de la sección Primaria del Instituto Luis Sarmiento (INLUSA), una escuela particular de la ciudad de Oaxaca. Una de las trabajadoras, con un dispositivo electrónico le pregunta su nombre y verifica que sea uno de los estudiantes que decidió volver a las clases presenciales y que sus padres cumplieran con rellenar el formulario virtual en el que garantizan que su hijo no tenga ningún síntoma asociado a esta nueva enfermedad.
Otra más le toma temperatura y después el alumno del cuarto año de educación primaria cruza por un túnel que arroja un líquido desinfectante que rocía sobre su cuerpo. Al final del túnel los esperan dos trabajadores que le proporcionan gel antibacterial para untarse en las manos y verifican que coloque sus pies en un tapete con líquido para desinfectar sus zapatos.
Antes de ingresar al aula, nuevamente pasa por un tapete “sanitizante” y su profesora le proporciona otra vez gel antibacterial. Además, él en su mochila también lleva su propio gel como medida de prevención.
En el grupo de cuarto A sólo hay 10 alumnos, una decisión tomada conjuntamente entre padres de familia y las autoridades del INLUSA. La docente inicia con la clase: enciende su Tablet, el proyector y un dispositivo electrónico denominado Chrome, proporcionado por la institución educativa, para que los niños cuyos padres decidieron continuar con la educación a distancia, puedan seguir las clases de manera virtual. Es el modelo híbrido implementado por la escuela en el que se mezclan la clase a distancia y la presencial.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), decretó el regreso a clases presenciales hoy 30 de agosto pese a las críticas de especialistas y algunos sectores por el incremento de contagios de Covid-19, en lo que se ha llamado una “tercera ola” por la mayor capacidad de propagación de la variante Delta.
Lo que se vive en el instituto INLUSA contrasta con la postura mayoritaria se la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que decidió no regresar a las aulas y a las clases presenciales porque en la mayoría de las más de 12 mil escuelas de educación pública de la entidad no cuentan con las condiciones de infraestructura, servicios básicos y herramientas que permitan un retorno seguro.
La Sección 59 del SNTE, por su parte, afirmó que el regreso a clases presenciales sería de manera gradual; mientras que escuelas particulares implementaron una modalidad híbrida como el INLUSA y otras, tras consultar a padres de familia, mantuvieron las clases a distancia.
Francisco Ángel Villarreal, director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), informó que este 30 de agosto regresaron a clases presenciales 2 mil 86 escuelas públicas y 447 escuelas privadas.
La decisión de regresar presenciales a su hijo, expresa Rafael Rojas, fue porque tras más de un año de mantenerlo en confinamiento en pandemia llegaron a la conclusión de que debían aprender a vivir con esta nueva enfermedad y continuar con la educación de sus hijos, por supuesto que con todas las medidas de prevención para evitar un contagio.
“Es lo principal que podamos combinar, porque lo tendremos toda la vida (el Covid-19). Creo que mientras se lleven los cuidados rigurosos en la casa, en la familia y en la escuela, creo que las cosas van a salir bien”, dice.
Con el modelo implementado en la escuela, detalla, su hijo tendrá clases una semana de manera presencial y una semana de clases virtuales, durante el primer mes en lo que se decide qué otras medidas tomar conforme al avance de la pandemia y los resultados de esta modalidad.
La emoción de volver
Adrián Alavés Velasco, estudiante del sexto grado de primaria del INLUSA, afirma estar muy emocionado con el regreso a su escuela y aunque las clases serán híbridas, dice que eso le permitirá convivir nuevamente con sus amigos y compañeros: “podemos estar otra vez en la escuela que tanto ya, deseaba estar”.
Estar resguardado en su casa por un año y medio no le gustó mucho, porque sólo convivía con su hermana y con sus padres; además, pronto se aburrió de jugar videojuegos y con su hermana, y pese a que procuraban hacer muchas cosas para no aburrirse en su hogar, la verdad es que ya no sabía qué hacer.
Como la mayoría, en algún momento temió en regresar a la escuela porque la enfermedad del Covid-19 es contagiosa y los casos van en aumento; pero una vez que regresó a su salón de clases, asegura sentirse tranquilo.
“Yo me traje muchas cosas de prevención, porque con lo del Covid-19 traemos careta, cubreboca, desinfectante, toallitas húmedas. Después de un año y medio de no estar aquí me siento muy contento de regresar a las aulas, ver a mis amigos y a mis compañeros presencialmente y espero que este regreso a clases sea muy bueno”, manifiesta.
El director de la sección Primaria del INLUSA, José Alfredo Guevara Contreras, explica que para este regreso clases implementaron un protocolo de seguridad que consiste principalmente en “burbujas escolares” que son grupos de máximo 10 alumnos y los cuales asisten de manera escalonada: esta semana asisten de manera presencial estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado; los de primero, segundo y tercero, tendrán clases presenciales la siguiente semana, y así de manera intercalada. En la semana que no asisten a la escuela, continúan sus clases de manera virtual.
Todas las clases, además, se imparten de manera híbrida: un grupo de estudiantes está presente en el aula y otros siguen la clase a distancia de forma virtual. Estos últimos alumnos, fue porque sus padres decidieron no volver a clases presenciales a causa de la pandemia.
En la sección Primaria del INLUSA son en total 419 estudiantes, de los cuales 139 de los padres de familia decidieron regresar a las clases presenciales. Para ellos, sus padres de familia deben rellenar un formulario virtualmente, al menos 20 minutos antes de que los niños ingresen a la escuela, en el que informan si sus hijos presentan o no, algún síntoma asociado al Covid-19.
“Hay mobiliario sólo para 10 estudiantes dentro de las aulas, los estudiantes tendrán que permanecer todo el tiempo con cubreboca y careta. Se desinfectan todo el tiempo los espacios y no hay intercambio de niños con salones, cada uno está en su salón, los recesos se realizan dentro de las aulas con toda la ventilación de cada uno de los espacios”, agrega.
“Donde quiera que estén se van a enfermar”
En la primaria “Benito Juárez”, escuela pública que se encuentra en el centro de la ciudad de Oaxaca, Celsa Mayoral Rodríguez, acaba de dejar a su nieto que cursa el cuarto año y el último de ellos que también estudiará en esta institución educativa.
“Ya estaba muy emocionado porque se queda solito en la casa. Ya me voy con mi maestro Odilón, porque ese maestro le dio en primer año y ahora le va a dar en cuarto. Por eso está emocionado.
“Hemos pasado estos días muy bien, de todas maneras, como les digo yo, donde quiera que estén se van a enfermar. Si salen a la calle, igual, si vienen a la escuela, igual. Es una enfermedad que ya la tenemos acá”, afirma.
Celsa Mayoral menciona que muchos padres de familia rechazan el regreso a las clases presenciales por temor a que se contagien sus hijos, pero ella insiste en que donde estén, pueden contagiarse.
